Inmunidad activa adquirida mediante vacunación
Los tipos de inmunidad que producen las vacunas se pueden clasificar según la robustez y la duración de la misma. Las principales, son:
1. INMUNIDAD ESTERILIZANTE
La idónea, ya que elimina el germen antes de que se produzca la infección. Es la producida por enfermedades que inducen respuestas inmunológicas eficaces y duraderas tras un único contagio. Las enfermedades exantemáticas infantiles son el ejemplo clásico.
No es la más común, ya que los virus que se replican en las mucosas de la garganta y la nasofaringe, como el SARS-CoV-2, no suelen inducir este tipo de inmunidad. La vacuna, por tanto, tampoco lo haría.
En este momento, en la mayoría de ensayos con las vacunas contra el SARS-COV-2, se ha observado que éstas protegen los pulmones frente a la forma grave de la enfermedad, pero no impiden la replicación del virus en las vías aéreas altas ni, por tanto, su contagio. O sea, que mucha gente podría infectarse y emitir una cantidad de virus suficiente como para contagiar a otros, pero sin enfermar de gravedad.
2. I. F U N C I O N A L
Se cree la más probable frente al SARS-COV-2.
El sistema inmune de las personas que han padecido la enfermedad o han sido vacunadas, reconoce y combate el germen sin evitar que lo contraiga en un futuro. O sea, el sistema inmune evitaría desarrollar un cuadro clínico grave, sin impedir síntomas catarrales leves.
En otras palabras, los niveles de anticuerpos descenderían, pero la memoria inmune no desaparece. Esto implica que cuando el sistema inmunológico se reencuentra con el virus, la producción de anticuerpos es rápida y enérgica.
3. INMUNIDAD MENGUANTE (WANING)
Una variante de la anterior: las personas que han padecido la enfermedad o se han vacunado perderían la protección con el tiempo. No obstante, aunque la inmunidad decaiga, las reinfecciones siempre tenderían a ser menos graves (no enfermaría con la misma gravedad que en el primer episodio).
Se diferencia de la anterior, en que la gravedad de la enfermedad podría ser tiempo-dependiente.
Este patrón es el que se observa con los cuatro coronavirus - OC43, 229E, NL63 y HKU1 - que causan cuadros catarrales leves, donde la población suele reinfectarse en un período de tiempo relativamente corto.
4. PÉRDIDA INMUNITARIA
Aquella en el que la población vacunada o que ha enfermado, pierde toda la inmunidad frente al virus en un determinado periodo de tiempo. O sea, que una reinfección se comportaría como una infección nueva, con riesgo de padecer la forma grave de la enfermedad.
El caso típico podría ser el de la gripe estacional, con nula inmunidad específica y contagios anuales.
Numerosos autores opinan que el escenario futuro será una mezcla de las anteriores. Algunas personas desarrollarán inmunidad esterilizante y otras, inmunidad funcional o menguante. No obstante, de forma global, la gravedad de la enfermedad se irá atenuando y no será la que en su momento llevó a adoptar medidas extraordinarias de confinamiento.