Sufrimiento fetal
El sufrimiento fetal es la alteración del intercambio de oxígeno y nutrientes entre el feto y la placenta. Se detecta cuando se observa una alteración en la frecuencia cardiaca fetal.
Ante la sospecha de sufrimiento fetal, hay que tomar medidas como, por ejemplo, cambios posturales u oxigenoterapia. Si estas medidas no son suficientes, hay que practicar una cesárea de urgencia.
No obstante, para evitar las consecuencias que tiene la hipoxia sobre el feto, éste dispone de varios mecanismos de defensa. Uno de ellos es el exceso de vellosidades que tiene la placenta y que determina una superficie de intercambio muy extensa. Además, la afinidad de la hemoglobina fetal por el oxígeno, es mayor que en el adulto. Por último, los tejidos fetales son más resistentes a la acidosis, lo que les permite una mayor tolerancia en situaciones con bajo intercambio gaseoso.
CAUSAS DEL S.F:
1. Causas maternas. Afecciones maternas que conllevan una alteración de la cantidad o calidad de la sangre que llega al feto; y que implican una disminución del aporte de oxígeno. Estas afecciones pueden ser:
- 1.1. Hipotensión arterial, con disminución del flujo sanguíneo arterial de la madre hacia la placenta. Puede estar producida por una hemorragia aguda, por tratamientos hipotensores o por el síndrome de decúbito supino (disminución del gasto cardíaco por compresión de la vena cava inferior por el útero grávido).
- 1.2. Hipoxia materna. Cardiopatías, anemia grave en la madre o una insuficiencia respiratoria, hacen disminuir el flujo placentario de O2 hacia el feto.
- 1.3. Acidosis materna. Se produce en gestantes diabéticas descompensadas. El agotamiento de las reservas de glucosa, dan lugar al paso de cuerpos cetónicos (subproducto del metabolismo de las grasas) de la madre al feto.
- 1.4. Hipertensión arterial. Tanto la HTA crónica como la inducida por el embarazo, dan lugar a un crecimiento intrauterino retardado y a sufrimiento fetal por falta de espacio.
3. Causas funiculares (del cordón). Alteración de la circulación sanguínea en el cordón umbilical o dificultad en la salida del bebé por el canal del parto (por prolapso, un cordón corto, una vuelta de cordón al cuello del feto o a uno de sus miembros,...).
4. Causas fetales. La cantidad o calidad de la sangre fetal que llega del feto a la placenta no es la adecuada. La causa más común es la anemia hemolítica fetal (por incompatibilidad del Rh o por acción de toxinas, gérmenes o radiaciones ionizantes).
5. Causas uterinas. Frecuentes en el último trimestre de gestación: tumores, malformaciones uterinas o cualquier otra lesión ocupante de espacio.
REACCIÓN FETAL ANTE EL SUFRIMIENTO
Un sufrimiento fetal prolongado, produce lesión y muerte tisular. El grado de la lesión dependerá del número de células afectadas:
- Lesión reversible. La más frecuente. La función celular se ve afectada, pero no deja secuelas una vez normalizada la situación.
- Lesión irreversible. Muerte celular de parénquimas que no se regeneran. Suele dejar secuelas en órganos (s. t. cerebro).
- Muerte fetal o neonatal. Hipoxia intensa y duradera. Esto produce una lesión de parénquimas imprescindibles para la vida, que tiene como consecuencia la muerte intraútero, durante el parto o en el posparto inmediato.
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