martes, 13 de febrero de 2018

La insulina


Es un fármaco para regular la glucemia, empleado tanto en pacientes con DM tipo I, como en pacientes con DM tipo 2 con progresión de la enfernedad y/o deterioro de las células beta.

Las insulinas se clasifican, según su estructura, en insulina humana y en análogos de la insulina, variantes de la anterior en la que se han modificado algunos aminoácidos o su secuencia para mejorar su absorción y alterar sus características farmacocinéticas (s.t. inicio de acción y pico máximo).

En el mercado existe una gran cantidad de insulinas, pero todas ellas presentan una concentración de 100 unidades/ml.


CLASIFICACIÓN

Los distintos tipos de insulina no son intercambiables entre sí, pero se pueden combinar. Se diferencian por su forma de administración, precio y, sobre todo, por su perfil farmacocinético, ya que es el que define el inicio de acción, su pico máximo y la duración de su efecto (fig. 1).
  1. Insulina de acción rápida o regular. Se suelen emplear en bolos para controlar las hiperglucemias postprandiales. Tienen un rápido inicio de acción, un pico máximo alto y una duración corta. También se pude administrar vía IV en ámbito hospitalario.
  2. De acción intermedia. Actúan como insulinas basales y se administran una o dos veces/día. Pueden combinarse con insulina rápida en las comidas o con antidiabéticos orales.
  3. De acción prolongada. Insulinas basales de administración única.
  4. Mezclas. Combinaciones de insulinas de acción rápida con intermedias en diferentes proporciones, por lo que controlan tanto las glucemias basales como las prandiales. Se suelen administrar dos veces/día.


CONSERVACIÓN

Conservar en frigorífico entre 2 y 8ºC. Una vez abierto el envase, se puede mantener fuera de la nevera durante 6 semanas, siempre a menos de 30ºC y protegida de la luz. Nunca congelar.

RECOMENDACIONES DE USO

  • Lavarse bien las manos antes de administrarla.
  • Rotar el dispositivo entre las manos (sin agitar) para diluir las partículas en suspensión.
  • Mirar el contenido de los viales para confirmar la ausencia de precipitados.
  • Rotar las áreas de inyección (fig. 2) y limpiarla antes de inyectar.
  • Ajustar la frecuencia de monitorización de los niveles de glucosa a la evolución del paciente.
  • Las insulinas son consideradas medicamentos de alto riesgo, por lo que hay que extremar las precauciones para evitar errores en la administración.

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