martes, 8 de mayo de 2018

Cólico del lactante (R68.1)


Se define como el llanto intenso de más de 3 horas al día, durante más de 3 días a la semana y con una duración de más de 3 semanas, en un bebé sano.

Los cólicos del lactante son un trastorno benigno que lo padece el 25% de los niños. Suele aparecer sobre los 15 días de vida y desaparece hacia los 4 meses (por lo que también se le conoce como cólicos del primer trimestre).

El llanto frecuente y prolongado de un bebé puede alterar considerablemente la vida familiar, ya que el cansancio y la preocupación se van acumulando.

C A U S A S

No se conoce la causa exacta, pero se cree que puede deberse a factores psico-sociales, hiperestimulación del bebé, respuesta exagerada o ansiosa de los padres ante su llanto, cansancio e inexperiencia de sus progenitores (es más frecuente en el primer hijo), cambios en la rutina diaria, gases o estreñimiento.

Se observan pocas diferencias según el tipo de lactancia, aunque disminuye sensiblemente con la leche materna.

S Í N T O M A S

Llanto enérgico y repentino, donde el bebé encoge las piernas sobre el abdomen y cierra los puños, manteniéndose tenso y con la cara enrojecida por el esfuerzo. Cuando el llanto cede, vuelve a su aspecto normal.
Suelen ser más frecuente durante la tarde y la noche.
 
CONSEJOS A LOS PADRES

Ante todo, el pediatra deberá descartar que el llanto se deba a otra causa.


Aunque no existen remedios definitivos, comprobar que el bebé está limpio y no tiene hambre, cogerlo en brazos para reconfortarlo, buscar la posición en la que esté más cómodo, transmitirle tranquilidad, mecerlo, masajearle la espalda y la barriga.

Si el bebé hace las tomas con mucha rapidez, es posible que trage aire. Para que lo elimine, sujetarlo unos minutos después de la toma en posición vertical para que lo expulse.

Si toma leche materna, segurarse de que el bebé vacíe bien un pecho antes de cambiarlo al otro, ya que la leche del final es más rica en nutrientes y sacia mejor al bebé. Consultar al pediatra antes de hacer modificaciones en la dieta.

A veces, pueden deberse a una intolerancia a las proteínas de la leche, en cuyo caso mejoran rápidamente retirando los lácteos de la dieta de la madre (si le da el pecho) o utilizando fórmulas lácteas especiales.

Los fármacos y productos de parafarmacia como
infusiones, productos homeopáticos y plantas naturales (anís estrellado), carecen de eficacia. Además, pueden ser tóxicas si se administran en exceso.


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