jueves, 17 de junio de 2021

Pruebas sanguíneas de función tiroidea


La principal hormona secretada por la glándula tiroides es la tetrayodotironina (tiroxina o T4), llamada así porque contiene cuatro átomos de yodo. Para ejercer su función, la T4 es convertida en triyodotironina (T3) eliminando un átomo de yodo, proceso que tiene lugar principalmente en el hígado.

La cantidad de T4 producida por la tiroides es regulada por la hormona estimulante de la tiroides (TSH), secretada en la glándula pituitaria o hipófisis. Asimismo, la porción de TSH que la hipófisis envía al torrente sanguíneo, depende de la cantidad de T4 que detecta en el plasma, actuando mediante retroalimentación negativa.

La T4 y la T3 circulan, casi en su totalidad, unidas a proteínas de transporte llamadas TGB (thyroxine-binding globulin). En determinadas situaciones (embarazo, tratamiento anticonceptivo,...), pueden darse niveles elevados de T4 y T3 totales, ya que el estrógeno aumenta los niveles de TGB. En estas situaciones, conviene solicitar niveles de TSH y T4 libre para evaluar la función tiroidea.

Las principales pruebas sanguíneas para valorar la función de la glándula tiroides incluyen:

1. PRUEBA DE TSH

La mejor forma de medir inicialmente la función tiroidea.

Un nivel de TSH elevado indica, en principio, que la glándula tiroides está fallando (hipotiroidismo primario). La situación opuesta, con un nivel de TSH bajo, indica que la persona tiene una tiroides hiperactiva que está produciendo demasiada hormona tiroidea (hipertiroidismo).

Ocasionalmente, una TSH baja puede ser el resultado de una anomalía en la glándula pituitaria, que evita que ésta produzca suficiente TSH para estimular a la tiroides (hipotiroidismo secundario).

2. MEDIDA DE LA T4
  1. T4 unida a proteínas. Esta hormona apenas actúa sobre los órganos diana.
  2. T4 libre (FT4) e índice de T4 libre (FT4I o FTI). Es la que ejerce su función en los tejidos apropiados y, por tanto, la más importante para determinar el funcionamiento de la tiroides junto a la TSH.
  • Una TSH alta y FT4/FTI baja indica hipotiroidismo primario debido a fallo en la glándula tiroides.
  • Una TSH y una FT4/FTI bajas indica falla de la hipófisis (hipotiroidismo secundario).
  • Una TSH baja y FT4/FTI elevada se da en personas con hipertiroidismo primario.

3. NIVEL DE T3

Útil para diagnosticar la severidad del hipertiroidismo, rara vez es útil en pacientes con hipotiroidismo, ya que la T3 es la última en alterarse. Puede darse hipotiroidismo severo con niveles de TSH elevados y FT4/FTI bajos, pero tener el nivel de T3 en un rango normal.

4. ANTICUERPOS CONTRA LA TIROIDES.

En ocasiones, los linfocitos pueden producir anticuerpos contra las proteínas de las células de la propia tiroides del paciente, estimulando o lesionando la glándula.

Un nivel alto de estos anticuerpos - la tiroperoxidasa (TPO) y la tiroglobulina - en un paciente con hipo/hipertiroidismo, puede indicar una enfermedad autoinmune.

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