El virus respiratorio sincitial (VRS)
Es un virus respiratorio responsable de más de 177.000 hospitalizaciones y 14.000 muertes en pacientes mayores de 65 años. El VRS puede afectar a personas de cualquier edad, y es más leves en las infecciones posteriores.
En lactantes y menores de dos años es el agente causal más frecuente de infección del tracto respiratorio inferior y la causa más frecuente de bronquiolitis y neumonía, afectando a casi la totalidad de los niños en los primeros dos años de vida.
En adultos suele infectar las vías respiratorias superiores, provocando un cuadro parecido al resfriado común. El VRS es la segunda causa más frecuente de neumonía vírica en adultos. En este grupo, es frecuente que sea un agente infradetectado y seguir siendo una fuente de contagio.
En ancianos está empezando a ser una causa importante de problemas respiratorios, ya que ha sido identificado como la causa del 10% de los ingresos hospitalarios en esta población.
También se han notificado brotes unidades en plantas de adultos, UCI´S, unidades de oncología, trasplantes y servicios de larga estancia. Los profesionales de la salud actúan como vectores en los centros sanitarios.
Aunque, generalmente, la enfermedad se autolimita; en ancianos, pacientes crónicos cardiacos o respiratorios e inmunodeprimidos, puede producir complicaciones.
TRANSMISIÓN
El VRS se transmite principalmente a través de las gotas de Flügge que se diseminan en el aire. Las gotas pueden inhalarse o penetrar en el organismo a través del contacto con la nariz, la boca o los ojos.
También puede contagiarse con el contacto con objetos contaminados. El VRS puede sobrevivir de 3 a 30 horas en superficies no porosas a temperatura ambiente, por los que una limpieza efectiva, reducirá la carga viral del entorno.
La infección no proporciona inmunidad completa contra futuros contagios.
En el hemisferio norte la mayor incidencia se da desde principios de noviembre hasta mediados de febrero.
SÍNTOMAS
La infección por el VRS tiene un período de incubación de 2 a 8 días y la enfermedad se manifiesta de 4 a 6 días después de la exposición, generalmente empezando con rinorrea y anorexia.
En los días posteriores (de 1 a 3) el individuo presentará fiebre, tos, estornudos y se pueden presentar sibilancias.
Las manifestaciones de la infección pueden oscilar de un leve resfriado a un distrés respiratorio grave.
Además, la presentación clínica puede asemejar otras enfermedades víricas, lo que dificulta el diagnóstico.
VALORACIÓN Y DIAGNÓSTICO
Pueden realizarse pruebas diagnósticas para descartar infección por VRS
- Análisis rápido que detecta antígenos VRS. Esta prueba es menos útil en adultos que en niños debido a su menor carga viral.
- La prueba de reacción a las cadenas transcriptasa polimerasa inversa detecta el ARN viral y es más sensible para la confirmación diagnóstica.
- También se dispone de pruebas serológicas que pueden emplearse para estudios epidemiológicos, pero no son útiles para diagnosticar el VRS.
CUIDADOS
No tiene antiviral específico. El tratamiento sintomático incluirá un adecuado aporte de líquidos (IV o VO si la tolera), para prevenir la deshidratación, oxígeno para evitar la hipoxia y antitérmicos si hay fiebre de más de 38º C.
PREVENCIÓN
- Adecuado lavado de manos.
- Uso de mascarilla
- Medidas de contención biológica de contacto
- Baja laboral de los profesionales enfermos, aunque los síntomas sean leves
- Las vacunas frente al virus tiene una gran limitación con la edad a la que se requiere vacunar - antes de los 2 meses de vida - donde puede haber interferencia con los anticuerpos maternos y existe inmadurez del sistema inmunitario.
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