domingo, 7 de agosto de 2022

Fámacos usados en la RCP (según la AHA)

 
Para empezar, según la AHA, no hay evidencias suficientes que determinen cuál es el momento óptimo para administrar adrenalina y antiarrítmicos durante el paro cardíaco. A pesar de ello, nos dan algunas explicaciones de lo que se sabe y lo que no y el por qué del momento en los que recomiendan administrarlos.

1. ADRENALINA

La adrenalina hay que ponerla en su momento y en la cantidad exacta, o sea, 0,01 mg/Kg cada 3-5 minutos, ya que un exceso es perjudicial.

1.1 Adrenalina en ritmos no desfribrilables (asistolia y AESP)

En este caso, administrar la adrenalina lo antes posible, o sea, en cuando se obtenga un acceso vascular o una vía intraósea.

La razón es que en estos ritmos, necesitamos optimizar la presión de perfusión coronaria (PPC), y eso es lo que hace la adrenalina con sus efectos beta-adrenérgicos; un ventrículo isquémico que no late por sí mismo, no va a mejorar si no aumenta la PPC.

1.2 Adrenalina en ritmos desfibibrilables (FV y TVSP)

Administrar la adrenalina tras el segundo choque eléctrico (200 julios en adultos y 4 julios/kilo en niños) por las siguientes razones:
  • Una desfibrilación precoz puede reanudar el ritmo sinusal con pulso.
  • No se debe administrar tras la primera descarga porque como no se valora el ritmo tras ella, si no que se realizan 2 minutos de RCP, puede que se haya recuperado el ritmo y no lo sepamos. La adrenalina en este caso, puede provocar una nueva FV/TVSP u otra arritmia.
  • Si tras comprobar el ritmo transcurridos los dos minutos de RCP que siguen a la primera descarga, el paciente vuelve a tener un ritmo desfibrilable, se recomienda una segunda descarga + adrenalina y RCP inmediata.
  • La adrenalina administrada tras la segunda descarga, va a aumentar la PPC en un miocardio isquémico, tanto si esa segunda descarga ha eliminado la arritmia o no (que no lo sabremos hasta pasados dos minutos).
  • Si se recupera el ritmo, ese aumento de la PPC es adecuado. En caso de que no se haya recuperado, el aumento de esa PPC puede ser favorable para aumentar el éxito de una tercera descarga.

2. AMIODARONA Y LIDOCAÍNA

No hay evidencias que determinen si es mejor administrar un agente antiarrítmico antes o después de la adrenalina o, incluso, cuándo se debe administrar el antiarrítmico en una PCR. La decisión, depende de la gravedad de la situación y de la experiencia de los profesiones, que podrán modificar la secuencia de administración.

Esto es debido porque una PCR que no responde a desfibrilaciones y se mantiene con una FV persistente, podemos encontrarnos dos situaciones:
  • Mayor beneficio de la estabilización que aporta un antiarrítmico, por encima de la adrenalina, que puede incluso generar más arritmias.
  • Aprovechar el aumento de la PPC que provoca la adrenalina en las arterias coronarias y miocardio por las que, posteriormente, circularán los antiarrítmicos, mejorando la eficacia de estos.
A pesar de esto, la AHA recomienda administrar el antiarrítmico tras la tercera descarga
 
 
* La amiodarona (5 mg/Kg) se vuelve a administrar en un segundo bolo tras la 5ª descarga.
 
 

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