Deshidratación. Clasificación según osmolaridad.
La deshidratación es la consecuencia de un balance hídrico negativo, o sea, el cuerpo elimina más agua de la que ingresa. La pérdida de agua puede ir acompañada de una disminución de sales minerales o electrolitos, especialmente de sodio y potasio.
En condiciones normales, el cuerpo pierde y repone de 2 a 2,5 litros de agua diarios mediante la orina, heces, transpiración y respiración. Esta pérdida debe reponerse continuamente.
El mecanismo de la
sed le indica al cuerpo cuando debe beber y el sistema endocrino regula
la cantidad de agua que el sistema renal elimina mediante la hormona
antidiurética (HAD o vasopresina), manteniendo un balance hídrico
constante.
Si la ingesta y las pérdidas de agua y de electrolitos no se igualan, se produce la deshidratación que, dependiendo de la tasa de pérdida de agua respecto a la de electrolitos, puede clasificarse como:
DESHIDRATACIÓN ISOTÓNICA O ISONATRÉMICA
Se caracteriza por una pérdida equitativa de agua y solutos, es decir, pierde agua y sodio en cantidades proporcionales. Debido a esto, no existe intercambio osmótico de agua entre los espacios intra y extracelular.
Se trata del tipo de deshidratación menos grave y más frecuente en lactantes. Causas: vómitos, diarrea o una ingesta insuficiente de líquidos.
D. HIPERTÓNICA O HIPERNATRÉMICA
Cuando proporcionalmente se pierde más agua que electrolitos del torrente sanguíneo. Es un tipo de deshidratación más peligroso, ya que el cuerpo compensa la pérdida hídrica trasladando agua desde el interior de las células al espacio vascular, deshidratándolas. Esto también provoca que los síntomas típicos de la deshidratación, aparezcan de forma tardía.
Causas: ingesta insuficiente de agua, diaforesis masiva o uso de diuréticos. Es el tipo de deshidratación típica de la diabetes insípida y también supone un 20% de los casos infantiles de deshidratación por causas gastrointestinales.
D. HIPOTÓNICA o HIPONATRÉMICA
En este caso se pierde proporcionalmente más sodio que agua. Se suele dar por reposiciones únicamente con agua con bajo contenido en sales, provocando un intercambio osmótico de líquido desde la región extracelular al interior de las células.
Consecuencia más grave de este tipo de deshidratación: el intercambio osmótico de agua hacia el espacio intracelular, puede producir un aumento de la presión intracraneal.
Si la ingesta y las pérdidas de agua y de electrolitos no se igualan, se produce la deshidratación que, dependiendo de la tasa de pérdida de agua respecto a la de electrolitos, puede clasificarse como:
DESHIDRATACIÓN ISOTÓNICA O ISONATRÉMICA
Se caracteriza por una pérdida equitativa de agua y solutos, es decir, pierde agua y sodio en cantidades proporcionales. Debido a esto, no existe intercambio osmótico de agua entre los espacios intra y extracelular.
Se trata del tipo de deshidratación menos grave y más frecuente en lactantes. Causas: vómitos, diarrea o una ingesta insuficiente de líquidos.
D. HIPERTÓNICA O HIPERNATRÉMICA
Cuando proporcionalmente se pierde más agua que electrolitos del torrente sanguíneo. Es un tipo de deshidratación más peligroso, ya que el cuerpo compensa la pérdida hídrica trasladando agua desde el interior de las células al espacio vascular, deshidratándolas. Esto también provoca que los síntomas típicos de la deshidratación, aparezcan de forma tardía.
Causas: ingesta insuficiente de agua, diaforesis masiva o uso de diuréticos. Es el tipo de deshidratación típica de la diabetes insípida y también supone un 20% de los casos infantiles de deshidratación por causas gastrointestinales.
D. HIPOTÓNICA o HIPONATRÉMICA
En este caso se pierde proporcionalmente más sodio que agua. Se suele dar por reposiciones únicamente con agua con bajo contenido en sales, provocando un intercambio osmótico de líquido desde la región extracelular al interior de las células.
Consecuencia más grave de este tipo de deshidratación: el intercambio osmótico de agua hacia el espacio intracelular, puede producir un aumento de la presión intracraneal.