lunes, 19 de diciembre de 2016

Conservación y transporte de las vacunas. Consejos a los padres


Las vacunas recomendadas por los pediatras pero no financiadas por el sistema de salud, deben ser cuidadosamente conservadas y transportadas desde que se compran en la farmacia hasta el centro sanitario donde serán administradas, ya que cualquier manipulación inadecuada puede ocasionar una pérdida de eficacia.

Algunos consejos a los padres para su correcta conservación y transporte:

  • Mantener la cadena de frío. Lo mejor es comprar la vacuna de camino al centro sanitario justo antes de su administración. Para ello, reservarla previamente en la farmacia.
  • Adquirir sólo la dosis a administrar.
  • Si la distancia a recorrer lleva más de una hora, la vacuna debe transportarse en una nevera isotérmica. Evitar el contacto de la misma con las paredes del recipiente, separándola con cartones.
  • Si se lleva a casa, guardarla inmediatamente en la nevera. Colocarla en un estante central y separarla de las paredes. Nunca ponerla en los cajones de la puerta ni, por supuesto, en el congelador.
  • La temperatura en el interior del frigorífico debe estar entre +2 y +8 ºC.
  • No administrar la vacuna fría. Sacarla de la nevera 1/2 hora antes de aplicarla.
  • Protegerla de la luz, ya que algunas son fotosensibles. Lo mejor es conservarla en su propia caja.
  • Comprobar la fecha de caducidad. Indica el año y mes finales de su periodo de validez. Por ejemplo, una vacuna que caduque en el mes de mayo, debe desecharse el 1 de junio de ese mismo año.


Fuente principal: Comité asesor de vacunas. AEP

sábado, 10 de diciembre de 2016

Modelos matemáticos epidemiológicos


Son herramientas matemáticas para predecir el patrón de contagio de enfermedades infecciosas a poblaciones susceptibles. Algunos de los modelos más usados son:

EL MODELO S.I.R.

En 1927, Kenmack y McKendrick crearon este modelo que considera sólo tres clases de individuos en el patrón de contagio de una enfermedad (de donde proviene su nombre):

  • S(t): individuos susceptibles. Es decir, aquellos que no han enfermado anteriormente y que, por tanto, pueden resultar infectados al entrar en contacto con el patógeno.
  • I(t): individuos infectados en condiciones de transmitir la enfermedad a los individuos del grupo anterior.
  • R(t): representa a los individuos recuperados de la enfermedad en cuestion. Estos sujetos ya no están en condiciones ni de enfermar nuevamente, ni de transmitir la enfermedad.
El conjunto de todos los sujetos, sería: N=S(t)+I(t)+R(t), y su flujo: S - I - R.

MODELO S.I.R. CON NACIMIENTOS Y MUERTES

Este es una ampliación del modelo anterior que contempla los nacimientos a lo largo de un período de tiempo t, de forma que hay una constante incorporación de sujetos susceptibles a la enfermedad.


Del mismo modo, algunos individuos mueren (bien por la propia enfermedad o por muerte natural), por lo que dejan de formar parte del grupo S.

MODELO S.I.R.S.

Extensión del modelo SIR, pero donde los individuos recobrados pueden perder la inmunidad y volver a formar parte del grupo S (susceptibles). S - I - R - S.


MODELO S.E.I.S.

Considera los individuos E (exposed) como una nueva clase. Es decir, aquellos que portan la enfermedad pero, que al estar en período de incubación, no presentan síntomas ni están en condiciones de contagiar la enfermedad. También supone que un individuo que ha enfermado, nunca obtiene inmunidad. S - E - I - S.


MOD. S.E.I.R.


Derivado del modelo anterior, pero agrega la población de pacientes recuperados. O sea, cada grupo es mutuamente excluyente y la suma de todos es la población total: N=S(t)+E(t)+I(t)+R(t). Sigue el flujo S - E - I - R.

MODELO M.S.I.R.

Incorpora a los individuos M: sujetos con inmunidad pasiva que, tras cierto tiempo, la pierden y pasan a ser portadores. M - S - I - R.


(*) Tener en cuenta que los modelos anteriores, están ideados para predecir el patrón de contagio en poblaciones grandes, por lo que el margen de error en poblaciones pequeñas puede ser muy grande.

jueves, 8 de diciembre de 2016

Seguridad y autoprotección. Manipulación de cargas e higiene postural


Conocer los procedimientos adecuados en la manipulación de cargas previene la aparición de problemas osteomusculares y accidentes laborales.


Vamos a recordar las principales recomendaciones para evitar sobresfuerzos a la hora de manejar pacientes:
  • Separar los pies colocando un pie más adelantado que el otro.
  • Doblar las piernas manteniendo la espalda recta. Nunca arquearla.
  • Utilizar los músculos de las piernas para levantarse.
  • Manipular las cargas cerca del tronco.
  • No levantar pesos por encima de la cintura en un solo movimiento.
  • Evitar realizar movimientos de torsión o flexión del torso cuando se soporta una carga.
  • Tampoco efectuar giros.
  • Apoyar la carga para cambiar el agarre si fuese necesario.
  • Solicitar ayuda si el peso de la carga es excesivo.
  • Usar la vestimenta, calzado y equipo adecuados.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Recomendaciones para la ventilación con balón resucitador manual o ambú


El balón resucitador, también conocido como ambú (del inglés Airway Mask Bag Unit), es un dispositivo manual de ventilación a presión positiva para pacientes que no respiran o que no lo hacen de forma adecuada. Para ventilar correctamente, estas son algunas de las recomendaciones que debemos seguir:

  • Un volumen corriente excesivo puede causar volu-barotrauma, distensión gástrica, vómitos y broncoaspiración. Tomar como volumen corriente el aire necesario para elevar visiblemente ambos hemitórax. O sea, un Vc entre 7 y 9 ml por kg (del peso ideal del paciente).
  • Usar balones de 250 ml en lactantes, de 500 ml en niños de hasta 8 años de edad y de 1500 ml para adultos.
  • Las ventilaciones no deben ser bruscas (cada ventilación durará entre uno y dos segundos).
  • Los balones pediátricos suelen tener una válvula por donde desborda a presiones superiores a los 40 cmH2O. Nunca inhibirla.
  • Dar entre 12 y 14 ventilaciones por minuto.
  • Emplear la talla de mascarilla facial correcta. Esta debe hacer un sellado perfecto cubriándole al paciente la boca y la nariz.
  • En niños, emplear mascarillas transparentes redondas hasta los 3 meses y triangulares a partir de esa edad.
  • A veces, para ventilar un niño, se usa una mascarilla de adulto cubriéndole todo el macizo facial, lo que puede ejercer presión en los ojos y causarle una estimulación vagal.
  • Siempre que se pueda, conectar el balón a una bolsa reservoria y a una fuente de oxígeno a 15 l/m para aumentar la concentración de O2 en el aire insuflado.
  • El humidificador, previene la irritación de la vía aérea y las pérdidas de agua. Usar agua bidestilada estéril.
  • Si usamos una cánula orofaríngea (guedel), ésta debe tener el tamaño adecuado (una longitud equivalente a la distancia existente desde los incisivos al arco mandibular). En caso contrario, mejor no usarla.