viernes, 24 de julio de 2015

Deshidratación. Clasificación según osmolaridad.


La deshidratación es la consecuencia de un balance hídrico negativo, o sea, el cuerpo elimina más agua de la que ingresa. La pérdida de agua puede ir acompañada de una disminución de sales minerales o electrolitos, especialmente de sodio y potasio.

En condiciones normales, el cuerpo pierde y repone de 2 a 2,5 litros de agua diarios mediante la orina, heces, transpiración y respiración. Esta pérdida debe reponerse continuamente.

El mecanismo de la sed le indica al cuerpo cuando debe beber y el sistema endocrino regula la cantidad de agua que el sistema renal elimina mediante la hormona antidiurética (HAD o vasopresina), manteniendo un balance hídrico constante.

Si la ingesta y las pérdidas de agua y de electrolitos no se igualan, se produce la deshidratación que, dependiendo de la tasa de pérdida de agua respecto a la de electrolitos, puede clasificarse como:

 DESHIDRATACIÓN ISOTÓNICA O ISONATRÉMICA

Se caracteriza por una pérdida equitativa de agua y solutos, es decir, pierde agua y sodio en cantidades proporcionales. Debido a esto, no existe intercambio osmótico de agua entre los espacios intra y extracelular.

Se trata del tipo de deshidratación menos grave y más frecuente en lactantes. Causas: vómitos, diarrea o una ingesta insuficiente de líquidos.

D. HIPERTÓNICA O HIPERNATRÉMICA

Cuando proporcionalmente se pierde más agua que electrolitos del torrente sanguíneo. Es un tipo de deshidratación más peligroso, ya que el cuerpo compensa la pérdida hídrica trasladando agua desde el interior de las células al espacio vascular, deshidratándolas. Esto también provoca que los síntomas típicos de la deshidratación, aparezcan de forma tardía.

Causas: ingesta insuficiente de agua, diaforesis masiva o uso de diuréticos. Es el tipo de deshidratación típica de la diabetes insípida y también supone un 20% de los casos infantiles de deshidratación por causas gastrointestinales.

D. HIPOTÓNICA o HIPONATRÉMICA

En este caso se pierde proporcionalmente más sodio que agua. Se suele dar por reposiciones únicamente con agua con bajo contenido en sales, provocando un intercambio osmótico de líquido desde la región extracelular al interior de las células.

Consecuencia más grave de este tipo de deshidratación: el intercambio osmótico de agua hacia el espacio intracelular, puede producir un aumento de la presión intracraneal.

sábado, 18 de julio de 2015

Picadura de pez araña


Tras la picadura de medusa, la de pez araña es la segunda más frecuente en nuestro litoral.

Se denomina pez araña a las cuatro especies del género Trachinus (T. draco, T. araneus, T. radiatus y T. vipera). Todas ellas venenosas y comestibles. Su tamaño oscila entre los 15 y los 40 cm, dependiendo de la especie, su cuerpo es alargado y tiene los ojos en la parte alta de la cabeza. Las glándulas productoras del tóxico se encuentran en las espinas de la primera aleta dorsal y en las aletas pectorales.

Su hábitat se distribuye por todo el Mediterráneo, este del Atlántico y el Báltico, habitando en zonas arenosas de poca profundidad donde permanece semienterrado. En verano suele desovar en la playa, de ahí la gran cantidad de accidentes que provocan.

CLÍNICA

Su toxina es neurotóxica y citotóxica. A nivel local provoca un dolor muy intenso, prurito, edema perilesional, vasoconstricción y palidez/cianosis local. También suele acompañarse de trastornos de la sensibilidad que persisten durante días.

También puede haber compromiso vascular con necrosis, gangrena y sobreinfección, favorecida por la retención de restos de espinas.

A nivel sistémico; náuseas y vómitos, epigástralgia, mareos, cefalea, hipotensión, diaforesis y calambres musculares. En raras ocasiones; disnea, arritmias, hiperexitabilidad, convulsiones, parálisis muscular y pérdida de conocimiento. Muy excepcionalmente, puede provocar la muerte.


PREVENCIÓN 

Usar calzado apropiado cuando se ande por fondos arenosos y usar guantes cuando se manipule el pez fuera del agua, incluso cuando esté muerto.

TRATAMIENTO INMEDIATO

El tratamiento principal para el dolor es el calor local, ya que su toxina es termolábil. Sumergir la parte afectada en agua muy caliente (45º C o más si el paciente la tolera y no se producen quemaduras) durante 30 o 60 minutos.

El lavado de la herida comprende la irrigación y retirada de restos de espinas. Una vez limpia, explorarse y debridarse de forma aséptica. No suturar la herida, dejando que cicatrice por segunda intención.

A continuación, analgesia IM y remitirlo inmediatamente a un centro sanitario controlando las constantes vitales.

Está contraindicado el torniquete y la incisión/succión de la herida para extraer el tóxico, ya que aumentan el riesgo de complicaciones vasculares e infección.

Los corticoides y antihistamínicos por vía sistémica ayudan a combatir el edema y el prurito, pero los antibióticos por vía parenteral sólo están indicados en pacientes inmunodeprimidos o con lesiones de riesgo. No olvidar la profilaxis antitetánica.

No existe antídoto contra la toxina del pez araña.


miércoles, 15 de julio de 2015

Picadura de medusa (T63.6)


La presencia de medusas en nuestras costas durante la época estival es un hecho frecuente, ya que éstas son arrastradas por las corrientes marinas cuando la temperatura del agua aumenta.

Las medusas contienen en su ectodermo un conjunto de células por las que segregan sustancias urticantes que emplean para cazar y defenderse. Su picadura suele producirse por contacto accidental y, en ocasiones, pueden dejar restos de tentáculos adheridos a la piel.


PREVENCIÓN

Estar atentos a los avisos de los distintos medios (Protección Civil, Cruz Roja,…) sobre su presencia en playas y nunca tocarlas ni cogerlas con las manos.


SIGNOS Y SÍNTOMAS

Salvo raras excepciones, las picaduras de medusas no suelen ser graves.

Los síntomas comunes a las picaduras de medusas de cualquier especie son: dolor, prurito intenso, escozor, eritema e inflamación. Raramente, puede aparecer angustia, agitación, anorexia, conjuntivitis y cefalea que cede a las pocas horas.

En pacientes alérgicos, lactantes, ancianos o cardiópatas, su picadura puede provocar sensación de opresión torácica, calambres musculares, convulsiones, hipotensión y disnea; y en los casos más graves, shock anafiláctico.

PRIMEROS AUXILIOS ANTE PICADURA DE MEDUSA

  • Si hay algún resto de tentáculo adherido a la piel, retirarla con una pinzas.
  • Irrigar la zona afectada con agua SALADA o suero fisiológico A CHORRO SIN FROTAR, ya que el agua dulce activa las toxinas.
  • Aplicar frío local durante, al menos,15 minutos. No aplicar hielo directamente sobre la zona afectada, cubriéndola con una gasa o toalla.
  • También podemos administrar un antihistamínico y un analgésico bajo prescripción médica.
  • Si el dolor es muy intenso, el estado de la víctima empeora, o se observan signos de reacción alérgica, trasladarla a un centro sanitario o llamar al 112 (Europa) o 911 (EE.UU) de inmediato. 

martes, 14 de julio de 2015

Repelentes de insectos


Los repelentes de insectos son sustancias químicas de uso tópico que impiden que los insectos se posen sobre la piel, evitando su picadura.

Los principios activos más conocidos y utilizados como repelentes son:
  • El DEET (N-Dietil-meta-toluamida) es el repelente más utilizado a nivel mundial. Es eficaz contra la mayoría de los artrópodos, como mosquitos, moscas, pulgas y garrapatas. Disponible en lociones, cremas y pulverizadores.
  • El icaridín (picaridín) es otro repelente de insectos de amplio uso y eficaz para la mayoría de insectos y otros artrópodos.
  • IR-3535 es otro repelente de uso tópico, aunque menos probado científicamente. Los repelentes que contienen este principio activo también suelen contener piretrina, citridiol y citronela.
  • Permertina: indicada en lugares con mucha concentración de insectos (zonas tropicales o pantanosas).
  • Los dispositivos electrónicos de ultrasonidos y las pulseras impregnadas de repelentes no han demostrado ninguna eficacia.
  • Ninguno de ellos repele insectos con aguijón, como avispas y abejas.

USO EN NIÑOS, EMBARAZO Y LACTANCIA

La mayoría de los repelentes se pueden utilizar en niños, aunque no se recomienda el uso del DEET en menores de 2 meses, priorizando para ellos el uso de medidas físicas*.

Tampoco se recomienda el icaridín en menores de 6 meses, por no estar suficientemente probado.

No se ha demostrado ninguna contraindicación para su uso durante el embarazo o la lactancia.

USO Y MODO DE APLICACIÓN
  • Leer y seguir las instrucciones del fabricante.
  • Antes de extenderlo, aplicar un poco de producto en un área pequeña de la piel para comprobar que no produce reacción alérgica.
  • Utilizar la cantidad necesaria para cubrir piel expuesta. No usarlos debajo de la ropa.
  • Evitar ojos, boca y usarlos con mucha moderación sobre la cara y alrededor de los oídos
  • No aplicar en heridas, cortes, erosiones, quemaduras o sobre la piel irritada
  • Si se utiliza conjuntamente con un protector solar, seguir las instrucciones de aplicación de ambos productos. Aplicar primero el repelente y luego el protector solar, ya que los repelentes, no precisan ser aplicados con tanta frecuencia como los protectores.

(*) MEDIDAS FÍSICAS PARA EVITAR PICADURAS
  • Ropa adecuada: camisetas de manga larga y pantalón largo, preferentemente de algodón y colores claros.
  • Calzado cerrado y calcetines.
  • Redes protectoras en los carritos de bebés y mosquiteras para dormir (pueden estar tratadas con insecticidas).

Para saber más: repelentes de insectos de uso humano autorizados por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (relaciónactualizada a 1 de julio de 2015).

viernes, 10 de julio de 2015

La Red de Alerta Alimentaria.


Es un sistema de comunicación entre todas las autoridades competentes en materia de seguridad alimentaria de la población. Su objetivo es evitar la comercialización y, en su caso, la retirada del mercado de alimentos no seguros para el consumo.

Creada en 1987, actualmente está consolidada como un sistema eficaz para llevar a cabo la vigilancia y gestión de las incidencias que presenten los alimentos desde su fabricación hasta su consumo.

La gestión y coordinación de la Red de Alerta a nivel nacional corresponde a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) a través del SCIRI (Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información).

Las empresas alimentarias son responsables de la seguridad de sus propios productos, que deben cumplir con los requisitos establecidos en la normativa correspondiente. Para ello, cuentan con sistemas de autocontrol verificados, a su vez, por las autoridades sanitarias.

Sin embargo, a pesar de estos controles, pueden llegar al mercado productos que no reúnan todas las garantías, lo que requiere la activación de la Red de Alerta Alimentaria.

No existe ninguna dirección WEB de AESAN para que los particulares puedan consultar la situación de las alertas alimentarias, ya que estos datos son de carácter confidencial.

No obstante, para cualquier consulta o información que un particular desee sobre este asunto, debe contactar con la Dirección General de Salud Pública y/o Consumo de su Comunidad Autónoma (punto de contacto de particulares con el SCIRI).

Fuente: Gobierno de España. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad