miércoles, 25 de noviembre de 2015

Asistencia a múltiples víctimas. Triage y el sistema S.T.A.R.T.
 

La palabra “triage”, proviene del francés y significa “clasificación”. Su objetivo es la “atención masiva” en accidentes con múltiples víctimas, sin realizar (casi) ninguna asistencia sanitaria y va encaminado a:
  1. Atender al mayor número posible de heridos.
  2. Proporcionar una correcta asistencia y traslado de víctimas.
  3. Cumpliendo con unos criterios de gravedad en la atención y evacuación.
  4. Encaminados a rentabilizar los recursos disponibles.
  5. Sin malgastar esfuerzos ni recursos en víctimas irrecuperables.

SISTEMÁTICA:

El uso de tarjetas de colores colocadas en un lugar visible que indican la demora que puede sufrir el paciente en la asistencia y evacuación. El plazo de espera se basa en unos principios fundamentales:

  1. La salvación de la vida tiene prioridad sobre la de los miembros.
  2. La conservación de la función prevalece sobre la estética.
  3. Las principales amenazas son: la asfixia y la hemorragia.

NIVELES DE CLASIFICACIÓN

  1. Rojo: prioridad 1. Pacientes críticos o que requieran cuidados inmediatos. Asistencia inmediata “in situ” y traslado inmediato.
  2. Amarillo: prioridad 2. Graves o no inmediatos. Asistencia sanitaria en un centro sanitario y traslado demorable de 3 a 6 horas.
  3. Verde: prioridad 3. Leves o demorables. Pacientes que no precisan hospitalización inmediata. Traslado en vehículo no medicalizado.
  4. Negro: prioridad 0. Muertos o inviables. Fallecidos o heridos irrecuperables. Evacuación en último lugar.

EL SISTEMA S.T.A.R.T.

Acrónimo de “Simple Triage And Rapid Treatment”, fue desarrollado en los años 80 por la armada de EE.UU y se basa en la clasificación de heridos en base a:

  1. Vía aérea (A)
  2. Respiración (B)
  3. Circulación (C)
  4. Estado neurológico (D).

  

Post relacionado:  método extrahospitalario de triaje avanzado (M.E.T.A.).


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jueves, 19 de noviembre de 2015

Prueba de Mantoux (tuberculina)


También conocida como prueba cutánea con TB, prueba cutánea de PPD o derivado proteico purificado estándar (DPPE). Es una prueba de apoyo al diagnóstico para la tuberculosis (A15), detectando la presencia de Mycobacterium tuberculosis.

PREPARACIÓN DEL PACIENTE

No requiere una preparación especial. Sólo comentarle al médico si alguna vez ha tenido una prueba cutánea de PPD positiva. De ser así, ésta no debe repetirse excepto en algunas circunstancias.

Igualmente informarle al médico si tiene alguna patología en curso o si sigue algún tratamiento médico, como esteroides, que puedan afectar su sistema inmunitario. Estas circunstancias pueden arrojar resultados positivos falsos.

DESARROLLO DE LA PRUEBA

Limpiar la cara interna del antebrazo con alcohol. Seguidamente, inyectar 0,1 ml de solución PPD bajo la epidermis, provocando la formación de un habón, que debe desaparecer en pocos días.

La reacción tardará de 48 a 72 horas en aparecer y debe valorarse por el médico en este período de tiempo. Esta valoración determinará si ha tenido una reacción significativa a la prueba de PPD. Los resultados se miden en milímetros de induración (hinchazón dura, no sólo enrojecimiento) en el sitio de la inoculación.

R E S U L T A D O S

Resultado negativo: ausencia de induración o un tamaño de inflamación dura que esté por debajo del umbral para cada grupo en riesgo. Existen umbrales diferentes para los distintos grupos de riesgo, niños y personas con VIH.

Así, el resultados de la prueba depende del tamaño del habón y de la persona sometida a la prueba.

Una reacción de 5 mm de hinchazón firme, se considera positiva en personas:

  • Con VIH.
  • Transplantadas, inmunodeprimidas o con tratamiento con esteroides.
  • Personas que han estado en contacto cercano con otra con tuberculosis activa.
  • Hallazgos electrocardiográficos en RX de tórax de tuberculosis antigua.
Las reacciones iguales o superiores a 10 mm, se consideran positivas en:
  • Personas con un resultado negativo en los últimos dos años.
  • Personas con diabetes, insuficiencia renal u otras afecciones que incrementan su posibilidad de contraer tuberculosis activa.
  • Personal sanitario.
  • Consumidores de drogas por vía IV.
  • Inmigrantes llegados de paises con una alta tasa de tuberculosis.
  • Niños menores de 4 años.
  • Bebés, niños o adolescentes en contacto con adultos de riesgo.
  • Estudiantes y trabajadores de instituciones penitenciarias, residencias de ancianos y albergues.

En personas sin riesgos conocidos, 15 mm o más de hinchazón firme son indicios de una reacción positiva.

LIMITACIONES Y CONSIDERACIONES ESPECIALES

Hasta el 20% de las personas con tuberculosis activa no presentan ninguna reacción en la prueba cutánea de PPD (falsos negativos). Además, determinadas patologías que afectan el sistema inmunitario (cáncer, quimioterapia reciente, SIDA en etapas avanzadas) pueden provocar falso positivos.

Un resultado positivo no significa necesariamente que la persona tenga tuberculosis activa. Las personas que han recibido la vacuna “BCG” (vacuna antituberculosa), también pueden dar un falso positivo.

También existe un pequeño riesgo de enrojecimiento e inflamación local en personas sometidas previamente a una prueba de PPD y que dieron un resultado positivo. Riesgo aún menor en personas sometidas a la prueba por primera vez.

 

sábado, 7 de noviembre de 2015

Bacteriemia cero


España fue elegida por la OMS como país piloto para el proyecto Bacteriemia cero. Con él se pretendía aplicar prácticas eficaces para reducir la morbi-mortalidad causada por las bacteriemias asociadas a los catéteres venosos en las unidades de cuidados críticos.

Su objetivo es la reducción de la tasa de bacteriemias a menos de 4 episodios por cada 1.000 días de uso de catéter venoso central, lo que supone una reducción del 40 % de la tasa media de los últimos años en las UCI´s de todo el SNS. Se basa en:

1. Una lista de verificaciones para asegurar que se cumplan una serie de condiciones durante la inserción del catéter, reduciendo las causas comunes de infección:
  • Higiene de manos antes del procedimiento.
  • Uso de medidas de barrera.
  • Desinfección de la piel con clorhexidina al 2%.
  • Evitar vías femorales.
  • Retirar las vías innecesarias.

2. Y una estrategia para mejorar la cultura de seguridad basada en el liderazgo y en la participación de todos los integrantes de la unidad:
  • Evaluar cultura de seguridad.
  • Formación en seguridad del paciente.
  • Identificación de errores en la práctica habitual.
  • Establecer alianzas con la dirección.
  • Aprender de los errores.