A diferencia de los triages de foco (como el START), pensados para efectuarlos en el área de salvamento por personal no sanitario y basados en parámetros fisiológicos, el triage META se diseñó para su ejecución por personal sanitario sobre el área de socorro. Ambos métodos de triage son complementarios y no excluyentes, formando parte de un mismo engranaje para lograr el mejor resultado posible ante un accidente con múltiples víctimas (AMV).
La importancia del triage META radica en su capacidad de clasificar los pacientes graves, organizar su asistencia basada en prioridades y, sobre todo, identificar precozmente a los pacientes quirúrgicos que requieren un rápido traslado a un centro quirúrgico.
Para ello, introduce una categoría de pacientes denominada prioridad quirúrgica; o sea, víctimas que tras realizar el triage de estabilización, serían llevados a la zona de evacuación del PMdA sin demorar su traslado a un centro útil. Así, el META consta de las siguientes fases:
1. TRIAGE DE ESTABILIZACIÓN.
Basado en la atención inicial al politrauma. Contempla la valoración y estabilización de pacientes con compromiso en la vía aérea (rojo 1), en la ventilación (rojo 2) o en la circulación (rojo 3).
- Amarillos 1: pacientes con alteración neurológica aislada.
- Amarillos 2: víctimas con lesiones susceptibles de atención hospitalaria.
- Verdes: resto.
2. IDENTIFICACIÓN DE PACIENTES CON CRITERIOS DE ATENCIÓN QUIRÚRGICA (PACIENTES Q).
Evacuación rápida sin pasar por la zona asistencial. Sigue las recomendaciones del Colegio Americano de Cirujanos y selecciona los pacientes que no se benefiarían de un SVA prehospitalario, pero sí de un traslado inmediato a un centro con capacidad quirúrgica. Criterios:
- Trauma penetrante en cabeza, cuello, tronco o próxima a rodillas o codos con hemorragia.
- Traumatismo con fractura abierta de pelvis.
- Fractura cerrada de pelvis con inestabilidad mecánica y/o hemodinámica.
- Trauma torácico cerrado con signos de shock.
3. TRIAGE DE EVALUACIÓN.
Decide el orden de evacuación de los pacientes valorados y asistidos en el puesto sanitario. Contempla varias categorías según el plazo terapéutico del paciente:
Prioridad A. Pacientes rojos con etiqueta quirúrgica.
Prioridad B. Pacientes rojos con lesión grave (fractura de cráneo abierta o deprimida, tórax inestable, 2 o más fracturas diafisiarias, extremidades aplastadas, arrancadas o seccionadas, amputación proximal a muñeca y tobillo, paresia en miembros o quemaduras graves.), inestabilidad hemodinámica o respiratoria y al menos uno de los siguientes signos:
- Presión arterial sistólica < 110 mmHg.
- Glasgow motor < 6.
- Necesidad de aislamiento de la vía aérea.
- Afectado por onda expansiva en espacio cerrado.
Prioridad C. Pacientes con problemas sin resolver en la vía aérea, en la ventilación o en la circulación (ABC).
Prioridad D. Pacientes con problema resuelto en el ABCD. Traslado según plazo terapéutico:
- Pacientes amarillos con problemas neurológicos.
- Amarillos con lesiones que requieran atención hospitalaria.
- Verdes que precisen valoración médica especializada.
- Pacientes verdes a centros no hospitalarios.
- No viables, con lesiones incompatibles con la vida y los que requieren cuidados paliativos.
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