El síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). R99
Es la muerte repentina e inesperada de un niño con menos de un año de edad. Definido por vez primera en 1969, se trata de un problema muy grave, ya que no presenta síntomas previos, avisos, ni tiene una explicación clara. La autopsia nunca revela una causa única definitiva.
El SMSL podría originarse como un episodio nocturno de apnea, bradicardia, hipotensión, arritmia o alguna condición externa que lleve al bebé a una situación de asfixia, debido a su incapacidad para detectar la acumulación de dióxido de carbono en la sangre. Es decir, su centro regulador de la respiración, no produce una respuesta adecuada al aumento sanguíneo del CO2.
El riesgo de SMSL es infrecuente durante el primer mes de vida, se eleva entre los 2 y los 4 meses; y vuelve a disminuir después de esta edad. A partir de los 12 meses, el riesgo es prácticamente nulo y pasa a llamarse "muerte súbita del niño". Ocurre más en niños que en niñas y se producen más casos en invierno.
FACTORES DE RIESGO
Aunque la causa de la muerte súbita en el lactante sigue siendo desconocida, se cree que existen factores que podrían estar implicados:
- Dormir boca abajo. Desde que se recomienda a los padres que acuesten a sus bebés boca arriba o de lado, los casos de SMSL han disminuido en todo el mundo desarrollado. Actualmente, su incidencia está por debajo de 1/1000 recién nacidos.
- Estar en un ambiente con humo de tabaco durante la gestación o después del parto. El riesgo en niños de madres fumadoras es tres veces superior. Esto refuerza la relación entre el SMSL e hipercadmia.
- Dormir en una superficie blanda.
- Hijos de madres consumidoras de sustancias que afecten al sistema nervioso central.
- Partos múltiples o prematuros
- Antecedentes familiares de SMSL (hermanos).
- Madre adolescente.
- Corto intervalo de tiempo entre embarazos.
- Condiciones de pobreza con cuidados prenatales inadecuados.
- Colecho (factor sujeto actualmente a controversia).
COMO REDUCIR EL RIESGO DE SMSL
La Asociación Española de Pediatría, recomienda:
- El bebé debe dormir boca arriba. Nunca acostarlo boca abajo durante el primer año. Sin embargo, si el bebé se gira y se pone de lado o boca abajo por sí mismo, puede dejarse.
- Acostarlos sobre una superficie firme. Cunas, moisés, cochecitos y asientos de seguridad deben cumplir con las normas de seguridad vigentes.
- Mantener fuera de la cuna objetos blandos, ropa de cama, almohadas, cojines, peluches o cualquier otro objeto que aumente el riesgo de que el bebé quede atrapado.
- Colocar la cuna cerca de la cama de los padres, de forma que se pueda mantener vigilado.
- Amamantar al bebé, ya que la lactancia materna disminuye las infecciones en las vías respiratorias altas.
- Procurar que el bebé no tenga demasiado calor, manteniendo la habitación a una temperatura cómoda.
- El uso del chupete durante la noche, es un factor protector. Si al bebé se le cae durante el sueño, no volver a ponérselo.
- Mantenerlo alejado de los fumadores incluso cuando esté al aire libre. La casa y el coche deben estar libres de humo.
- Aunque el uso de monitores cardiorrespiratorios pueden ser útiles en bebés con problemas respiratorios o cardíacos, no hay evidencias de que reduzcan el riesgo en niños sanos.
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