El índice biespectral (BIS)
Es un parámetro extraído de las ondas cerebrales del EEG y que cuantifica, mediante un valor numérico, la profundidad de sedación e hipnosis de un paciente para:
- Monitorización continua del nivel de consciencia de un paciente sedado.
- Evitar el despertar intraoperatorio.
- Optimizar la administración de fármacos anestésicos.
- Mejorar la recuperación postoperatoria.
- Abolir el recuerdo intraoperatorio.
- Monitorizar fármacos sedantes e hipnóticos.
V A L O R E S
- 100-80: despierto, sedación ligera.
- 70: hipnosis moderada. El paciente puede responder a la voz, pero tienen pocas probabilidades de recuerdo intraoperatorio.
- 60-40: el idóneo para anestesia general. El paciente no responde a estímulos ni recuerda posteriormente.
- < 40: hipnosis profunda, mayor a la necesaria en anestesia general.
- 0: onda EEG isoeléctrica.
OTROS PARÁMETROS
- Actividad electromiográfica (EMG). Valor numérico que refleja la potencia eléctrica de la actividad neuromuscular.
- EMG < 55 dB. Aceptable.
- EMG < 30 dB. Óptima.
- Tasa de supresión (TS). Porcentaje, dentro de un periodo de tiempo prefijado, en el que el BIS ha sido de supresión (próximo a 0).
- Índice de calidad de la señal (ICS). Valor numérico que refleja la calidad de la señal y, por tanto, la fiabilidad de los valores.
- ICS < 15. No se obtienen valores
- ICS de 15 a 49. Valores no fiables.
- ICS del 50-100: resultados fiables.
A pesar de ser una medida objetiva, hay factores que pueden alterarlo, como son los tratamientos subyacentes con psicotropos, patologías encefálicas y las variaciones de temperatura.
E L E C T R O D O S
- 1. En el centro de la frente.
- 2. Neutro. A continuación del anterior.
- 4. Zona externa del arco superciliar, encima del borde externo de la ceja.
- 3. Zona temporal (derecha o izquierda). Evitar la arteria temporal para evitar artefactos.
Alergia estacional al polen (T78.4)
La alergia es una reacción del sistema inmunológico cuando éste identifica como nocivo un estímulo externo que no debería serlo. Así, cada vez que la persona toma contacto con dicha sustancia, manifestará unos síntomas característicos.
Las personas alérgicas producen anticuerpos IgE (inmunoglobulina E) frente a las sustancias ambientales que actúan como alérgenos. Los elementos que con más frecuencia producen alergia son pólenes, ácaros, células epiteliales de animales y hongos.
La alergia al polen es una de las más frecuentes en el mundo. En España, las más comunes son las alergias a los pólenes de gramíneas, olivo, arizónica, plátano, salsola y parietaria.
Los niveles de polen suelen ser más altos en zonas de interior y en los días secos, ventosos y soleados; y menores en zonas de costa y días lluviosos. Los niveles de pólenes en las diferentes zonas de España se pueden consultar en la web del Comité de aerobiología de la SEAIC.
SÍNTOMAS
Aparecen cuando la concentración de polen en el aire es suficiente como para desencadenar una reacción alérgica. También influye el tiempo de exposición y el grado de sensibilización de la persona. Los síntomas más frecuentes son:
- Rinitis con goteo nasal, moco claro y congestión
- Conjuntivitis con purito, enrojecimiento y lagrimeo
- Estornudos frecuentes y tos seca
- A veces, sibilancias y asma
- Nunca fiebre
CALENDARIO DE SÍNTOMAS Y CONSUMO DE MEDICACIÓN
Consiste en un registro pormenorizado de los síntomas, su duración, fechas en las que se producen y la medicación utilizada. Lo cumplimenta el paciente que padece los síntomas (o los padres en caso de un menor) y es determinante, junto con las pruebas alérgicas cutáneas, para un diagnóstico preciso.
TRATAMIENTO
- Sintomático: antihistamínicos, corticoides, inhaladores,…
- Vacunas. Es un tratamiento eficaz para modificar la evolución de la enfermedad, tratar los síntomas y disminuir la necesidad de medicación preventiva y de rescate. Se pueden administrar a cualquier edad y son compatibles con el resto de tratamientos. No obstante, no son eficaces en el 100% de los pacientes.
Evitar el alérgeno en todos los casos.
Fiebre en niños. Consejos a los padres.
La fiebre es la elevación de la temperatura corporal por encima de 38º C. Si la temperatura es de 37-38º C, se considera febrícula.
La fiebre es una respuesta fisiológica del cuerpo ante un proceso infeccioso para ayudar a destruir los gérmenes que la provocan.
Es el motivo de consulta más frecuente en pediatría y la presentan la mayoría de los niños que acuden al servicio de urgencias.
La fiebre desencadena una serie de síntomas como taquicardia, taquipnea, cefalea, dolores musculares y decaimiento, provocando malestar en el niño. Por tanto, su tratamiento irá encaminado a mejorar estos síntomas y reducir el malestar que la acompaña. En ningún caso, el tratamiento de la fiebre modifica el curso de la infección que la produce.
¿DONDE MEDIR LA TEMPERATURA?
La temperatura puede varíar hasta 1º C según la zona del cuerpo donde la midamos.
La AEP recomienda tomar la temperatura en la axila con un termómetro digital en el domicilio, reservando la vía rectal para el ámbito hospitalario y en niños menores de 5 años en los que se necesite una medición más precisa.
¿QUE TERMÓMETRO USAR?
- T. Digital. Son bastante exactos, pero tienen el inconveniente de que necesitan 1-2 minutos para medir la temperatura, lo que puede ser incómodo en niños pequeños.
- Por infrarrojos. Son rápidos y permiten medir la temperatura en la frente o el oído. Sin embargo, se consideran poco precisos.
MEDIDAS NO FARMACOLÓGICAS PARA BAJAR LA FIEBRE
- Baños de agua templada.
- Aplicar compresas húmedas.
- Evitar el exceso de ropa sin exponerlo a un ambiente frío.
- Ofrecer abundantes líquidos.
- NUNCA sumergirlo en agua fría ni aplicarles compresas empapadas en alcohol.
A N T I P I R É T I C O S
Se administrarán cuando el estado general del niño lo requiera, independientemente de su temperatura:
- Paracetamol. Antitérmico y analgésico. Baja la temperatura entre 1-2 grados, su inicio de acción empieza a los 30 minutos y se puede administrar cada 4-6 horas.
- Ibuprofeno. AINE. Se administra cada 6-8 horas.No usar en menores de 3 meses.
La AEP recomienda el paracetamol como tratamiento de primera elección para tratar la fiebre, reservando el ibuprofeno para los procesos inflamatorios o cuando el primero no esté siendo efectivo.
No existe ningún estudio que avale que alternar estos dos fármacos mejore la respuesta, por lo que está práctica está desaconsejada. Esto no impide que cambiemos el antitérmico si vemos que el que estamos usando no mejora el estado general del niño.