Drenajes quirúrgicos
Son sistemas formados por tubos y recipientes, que se colocan en una herida quirúrgica para:
- Evacuar y recoger contenido residual (sangre, exudado, pus y gases), disminuyendo el riesgo de infección y acelerando la cicatrización.
- Disminuir el dolor, aliviando la compresión en tejidos y órganos adyacentes.
- Vigilar y valorar hemorragias postquirurgicas.
- Evitar la obliteración de espacios muertos.
- Impedir que las heridas cierren en falso.
- Evacuar liquido extravasado.
- Administrar soluciones.
- También están indicados en abcesos y lesiones traumáticas.
LOS MÁS USADOS
1. De gasa. Consiste en una tira de gasa (mecha) con un extremo insertado en la cavidad quirúrgica. Actúa por capilaridad.
2. Dedo de guante. Se corta un dedo de un guante estéril. Un extremo se coloca dentro de la herida y el otro fuera de esta. Además de drenar, impide que la herida cierre en falso evitando que quede material en el interior de la herida.
3. Penrose. Es un tubo de caucho, delgado y aplanado disponible en varias longitudes y grosores. Actúa por capilaridad, manteniendose colapsado mientras no pase líquido por su interior. Se coloca al finalizar la cirugía antes de cerrar la herida y se asegura mediante un punto de sutura. Se puede conectar a una bolsa de colostomía para recoger las secreciones.
4. Drenaje de Redón. Sistema activo constituido por un tubo flexible con un extremo con múltiples perforaciones que se coloca en la zona a drenar. El otro extremo se acopla herméticamente a un recipiente de recolección a presión negativa.
5. Jackson-Pratt. Es un drenaje activo consistente en un catéter de silicona aplanada al principio y circular al final. Este extremo se conecta a un dispositivo a presión negativa tipo “pera” o Redón.
6. De Blake. Con un extremo multiperforado, redondo y con estrías.
También existen drenajes utilizados para grandes colecciones (torácicos y abdominales) que permiten hacer irrigaciones. Algunos necesitan una cirugía intervencionista para su colocación:
7. De Kehr. Es un tubo blando con forma de T, utilizado en cirugía biliar: los dos extremos cortos de la T se insertan en el colédoco y el conducto hepático, y la vía más larga se saca a través de la pared abdominal. Asegura el paso de bilis al colédoco, aliviando la presión en las vías biliares. Actúa por gravedad y se conecta a un sistema de recolección cerrado y estéril, situado por debajo del nivel de la herida.
8. Saratoga. Tubo multiperforado de silicona o polivinilo con dos luces: la externa permite la entrada de aire y la interna seconecta a un sistema de aspiración. Se usa cuando la cantidad a drenar es muy elevada. Incorpora un hilo radio-opaco para comprobar su correcta colocación mediante radiografía.
9. De Abramson. Consta de tres luces: una para la entrada de aire, otra para acoplar al sistema de aspiración y una tercera para irrigar la zona.
10. Pigtail. Se utiliza para drenar grandes colecciones u orina como, por ejemplo, en la nefrostomía.
11. Pleur-evac
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
- Lavado y antisepsia de la zona de inserción. Cambiar los apósitos diariamente o cuando esté manchado. Valorar signos de infección, filtración de exudado o hemorragia.
- Revisar periódicamente para detectar desconexiones, roturas o salida del drenaje. No realizar tracciones bruscas.
- En los drenajes con sistema de aspiración, comprobar que el colector mantiene el vacío.
- Vigilar el nivel de la cámara de recolección. Vaciar el colector cuando sea necesario, restableciendo el vacío.
- Valorar la cantidad de exudado, apariencia, color y sólidos encontrados. Anotarlo en la historia del paciente.
- Comprobar la permeabilidad de los tubos de drenaje y que no están acodados.
- En los drenajes por gravedad, mantenerlos por debajo del nivel de inserción para evitar reflujos.
- Siempre que se pueda, fijar el tubo a la piel paciente para evitar un desplazamiento accidental de la sonda.
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