Neumonía infantil
Es una infección de las vías respiratorias bajas que puede ser causada por varios gérmenes, incluyendo bacterias, virus y hongos. En los niños más pequeños (menores de dos años), los virus son los responsables de la mayor parte de las ellas, mientras que en los niños mayores son las bacterias las principales causantes del cuadro.
La neumonía es una de las enfermedades más frecuentes en la población infantil y aunque habitualmente no es grave, es importante reconocer pronto sus síntomas para iniciar un tratamiento y medidas adecuadas que eviten complicaciones.
Las personas que padecen neumonía, contagian estos gérmenes en las secreciones de la nariz o la garganta. La tos y los estornudos son una de las vías de contagio más frecuente.
SÍNTOMAS
El cuadro clínico puede variar en función de la edad del paciente y la causa de la neumonía:
- Fiebre alta, tos con mucosidad y taquipnea.
- Los lactantes suelen estar decaídos y con tendencia al llanto.
- Disminución de la ingesta alimentaria y vómitos.
- Los niños mayores suelen manifestar escalofríos, dolor abdominal o dolor de pecho.
DIAGNÓSTICO
Se valorarán los síntomas clínicos del niño y se realizara una radiografía torácica.
TRATAMIENTO
Para su tratamiento es necesario tener en cuenta su causa. Si es bacteriana se emplearán antibióticos, pero estos no serán efectivos si la causa es viral. Es muy importante seguir en todo momento la dosis y duración del tratamiento indicado por el pediatra. La mayoría de las neumonías pueden ser tratadas en el domicilio, aunque es conveniente hacer un seguimiento clínico del niño por parte del pediatra para asegurar la resolución del cuadro.
Si el niño tiene fiebre o dolor, se administrarán antitérmicos. Sin embargo, no es apropiado el uso de antitusígenos, dado que la tos ésta es un mecanismo de defensa que favorece la eliminación de las secreciones.
Es frecuente que los niños presenten anorexia, siendo necesario ofrecerles líquidos abundantes, que ayudarán también a disminuir el espesor de la mucosidad. Mantener un ambiente humidificado, libre de humo y con ventilación son medidas que favorecen el bienestar del niño.
CUANDO CONSULTAR
Es necesario vigilar al niño y consultar con el pediatra si:
- Existe un empeoramiento del estado general, el niño está decaído o sommnoliento.
- Cianosis en labios o uñas.
- Disnea, taquipnea…
- La fiebre no baja tras 48 horas de tratamiento con antibióticos.
- El niño no toma o vomita el antibiótico.
COMPLICACIONES
Con el tratamiento descrito la mayoría de las neumonías tienen una evolución favorable y el niño vuelve a su actividad normal en unos días. En caso de complicaciones que requieran hospitalización, será necesario administrar oxígeno o realizar un drenaje pleural en caso de derrame.
PREVENCIÓN
Las neumonías son muy contagiosas. Si alguna de las personas que convive con el niño padece neumonía o tiene un catarro de vías altas es recomendable tener en cuenta las siguientes medidas:
- Lavado frecuente de manos con agua y jabón o soluciones alcohólicas.
- Usar pañuelos de papel y cambiarlos con frecuencia.
- No compartir utensilios de comida ni de higiene .
- Ventilar las estancias de la casa.
Existen vacunas que protegen frente a determinados gérmenes causantes de neumonías: la vacuna frente a la gripe, contra el neumococo, contra y contra el Haemopvachilus influenzae tipo b, que se administran de forma rutinaria a todos los niños en el calendario vacunal.