jueves, 28 de enero de 2016

Calidad y seguridad en la toma de muestras. Orden de llenado de los tubos de sangre.


A la hora de extraer muestras sanguíneas, el orden de llenado de los tubos es importante para prevenir la contaminación de las muestras por anticoagulantes no deseados. Ha de hacerse de la siguiente forma:

  1. Tubos sin anticoagulante.
  2. Con anticoagulante citrato
  3. Tubos con anticoagulante EDTA
  4. Heparina de litio
  5. Resto de tubos. O sea:

1. ROJO/amarillo. Tubo estéril sin aditivos ni anticoagulante; aunque contienen gel separador (para separar el suero del hematocrito tras la centrifugación) y activadores que facilitan la coagulación de la muestra.

Se utiliza para las pruebas de bioquímica, serología y metabolismo del hierro.


Procedimiento: el suero se obtiene tras dejar reposar 10 minutos la sangre recién extraída a temperatura ambiente. Posteriormente se centrifuga para que se forme el coágulo.


Tamaños: pequeño de 5 ml, grande de 10 ml y microtubos de 0,8 ml.


2. CELESTE. Tubo con anticoagulante citrato trisódico en proporción 1/9. El citrato viene en una cantidad determinada para mezclarse con un volumen fijo de sangre. La exacta proporción de sangre y anticoagulante es crucial para que los resultados no se alteren.


Tras la centrifugación de la muestra, se obtiene plasma para la determinación del tiempo de protrombina y tiempo parcial de tromboplastina. Tamaños de 5 ml y de 1,8 ml.


3. NEGRO. Contiene también citrato trisódico como anticoagulante, aunque con una concentración de ¼. Se utiliza exclusivamente para pruebas de VSG (velocidad de sedimentación globular) a partir de sangre total anticoagulada. Esta prueba está en desuso.


4. MALVA. Tubo con anticoagulante EDTA K3 (sal tripotásica del ácido etilén-diamino-tetraacético). Es el utilizado para hematimetrías, banco de sangre, hemoglobina glicosilada, estudios de carga viral,... Con él se obtiene sangre total anticoagulada.


Tamaños: pequeño de 3 ml, grande de 8-10 ml y microtubos de 1 ml.


5. VERDE. Contiene heparina de litio como anticoagulante. Se utiliza para realizar bioquímicas y otras técnicas más específicas en sangre entera anticoagulada (cariotipo).


6. OTROS. Para pruebas analíticas menos frecuentes o más específicas: genética o microbiología. Existe cierta variabilidad entre ellos, por lo que se recomienda consultar las recomendaciones de los laboratorios para evitar errores.

miércoles, 20 de enero de 2016

Virus Zika (A92.5)


En mayo de 2015, la OPS emitió una alerta epidemiológica en Brasil con relación al virus Zika, recomendando a sus estados miembros la adopción de medidas para detectar nuevos casos y reducir la presencia del mosquito transmisor de la enfermedad.


El virus Zika es un arbovirus del género flavivirus, genéticamente emparentado con virus como el dengue, la fiebre amarilla, la chikungunya y la fiebre del Nilo.


Toma su nombre de los bosques de Zika (Uganda), donde se aisló por primera vez en el mono Rhesus. Hasta 1968 no se llegó a aislar en humanos.


Sus vectores principales son los mosquitos de las especies Aedes Hensilii, Aedes Aegypti y Aedes Polynesiensis. Se cree que su reservorio puede ser un primate, ya que se han encontrado anticuerpos en mamíferos grandes y en roedores.


SÍNTOMAS Y TRATAMIENTO


Su presentación clínica se manifiesta tras un período de incubación de 3 a 12 días y sus síntomas son autolimitados con una duración de 4 a 7. Estos incluyen fiebre moderada, cefalea, astenia, mialgia, artralgia, edemas maleolares, exantemas, prurito, conjuntivitis, vértigo, anorexia, náuseas, vómitos y diarrea; aunque puede ser asintomática.


Las complicaciones graves son infrecuentes y no se conocen muertes por su causa, aunque actualmente se está estudiando su relación con bebés nacidos con microcefalia.


Aunque no existe vacuna ni tratamiento específico, pueden utilizarse antitérmicos para la fiebre y antihistamínicos para el alivio del picor. También se recomienda ingerir líquidos para reponer pérdidas por fiebre, vómitos y diarrea 

Prevención: evitar la picadura del mosquito en zonas endémicas usando repelentes de insectos y adoptando medidas físicas.



Para saber más… http://www.paho.org/hq/

martes, 12 de enero de 2016

Principales novedades del DSM-V respecto a los trastornos del espectro autista (TEA).

El concepto diagnóstico del autismo ha visto modificada su definición en cada nueva edición del DSM. Así, los cambios recogidos en su quinta edición (DSM-V), consisten en la sustitución de ciertos criterios empleados desde hace décadas para el diagnóstico del autismo y de sus trastornos asociados, clasificando sus síntomas en función del nivel de apoyo que necesitan.


DEIFINICIÓN DE AUTISMO

El DSM-IV definía el autismo y sus trastornos asociados como “trastornos generalizados del desarrollo (TGD)”.


El DSM-5* sustituyó esta definición por el término “trastornos del espectro autista (TEA)”, incluido a su vez dentro de una categoría más amplia de “trastornos del desarrollo neurológico”.


SUBTIPOS

En el DSM-IV, los trastornos generalizados del desarrollo comportaban cinco subtipos de autismo:

  1. El trastorno autista
  2. Síndrome de Asperger
  3. Trastorno desintegrativo infantil.
  4. Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
  5. Síndrome de Rett**.

El DSM-5 ha eliminado el síndrome de Rett** de este sistema de clasificación y ha sustituido los cuatro primeros subtipos (trastorno autista, síndrome de Asperger, trastorno desintegrativo infantil y TGD no especificado) por la categoría general “trastornos del espectro autista (TEA)".


En lugar de hacer distinción entre estos subtipos, el DSM-5 especifica tres niveles de gravedad según el nivel de apoyo que requieren.


SINTOMAS

El diagnóstico del autismo en el DSM-IV se caracterizaba por 3 síntomas de base (tríada):

  1. Deficiencias en la reciprocidad social.
  2. Deficiencias o retraso en el lenguaje y la comunicación.
  3. Repertorio de actividades restringidas y repetitivas.

En el DSM-5, sólo quedan dos categorías de síntomas:

  1. Deficiencias en la comunicación e interacción social (los problemas sociales y de comunicación se combinan).
  2. Comportamientos restringidos y repetitivos, incluyendo “sensibilidad atenuada a los estímulos sensoriales”.

EDAD DE APARICIÓN

En el DSM-IV los síntomas debían aparecer antes de los 36 meses de edad. En el DSM-V, los síntomas deben manifestarse en la infancia temprana, aunque éstos pueden no manifestarse plenamente hasta que la limitación de las capacidades impida una respuesta adecuada a las exigencias sociales.



(*) DSM-5:
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders - Asociación Americana de Psiquiatría (ISBN: 9788498358100).

(**) Sd de Rett: trastorno del SNC manifiestado por problemas en el desarrollo del lenguaje y de las habilidades manuales. Debido a una anomalía del cromosoma X, se da casi siempre en niñas.

viernes, 8 de enero de 2016

Clasificación de los fármacos según su efecto sobre el embarazo


Con objeto de evaluar los riesgos sobre el uso de medicamentos durante el embarazo, diversas agencias reguladoras han establecido sistemas de clasificación de los mismos, agrupándolos en categorías.


Una de las más conocidas es la publicada por la FDA (Food & Drug Administration), que agrupa los fármacos en cinco grandes grupos representados por letras, según el riesgo estimado que suponen para el feto. Así:


  • A. Riesgo remoto de teratogenia y/o daño fetal en humanos. Estudios en humanos, no han demostrado riesgo para el feto durante el primer trimestre de embarazo.
  • B. Se acepta su uso durante la gestación. No existen estudios en embarazadas, pero en estudios con animales, no han demostrado riesgo para el feto.
  • C. Sin estudios en embarazadas, hay evidencias de daños en el feto en estudios con animales. Para su uso, debe valorarse la relación beneficio/riesgo.
  • D. Existe evidencia de daño fetal en humanos. Utilizar si no hay alternativa en ocasiones en las que el beneficio supere ampliamente los riesgos.
  • X. Contraindicado en el embarazo. Estudios en humanos han demostrado efectos teratogénicos y daño fetal. El riesgo supera claramente los posibles beneficios

Este sistema ha sido ampliamente criticado por considerarse confuso y muy simple, ya que de esta forma, un fármaco catalogado como de categoría C, no implica que sea más seguro que otro de categoría D, dado que el primero se basa en estudios con mamíferos, no siempre extrapolables a la especie humana.

Por ello, la ACPM (Advisory Committee of Prescrptión Medicines) propuso sustituir este sistema por otro que proporciona información más detallada sobre el riesgo para la madre, el feto y la lactancia. Se trata de un sistema similar con 7 categorías (A, B1,B2, B3, C, D, y X):

  • A. No se observa aumento de la frecuencia de malformaciones ni efectos dañinos sobre el feto en estudios con gran número de embarazadas.
  • B1. No se ha observado aumento de la frecuencia de malformacione u efectos dañinos sobre el feto. Estudios con animales no evidencian un incremento del daño fetal.
  • B2. Sobre un número limitado de embarazadas, no se ha observado efecto teratógeno ni daño fetal. Estudios con animales inadecuado o insuficientes.
  • B3. En estudio con humanos, no se observa aumento de la frecuencia de malformaciones y efectos dañinos, pero estudios con animales evidencian un incremento de estos.
  • C. Sin efectos teratógenos pero han causado o son sospechosos de causar efectos dañinos reversibles en el feto.
  • D. Fármacos que causan o son sospechosos de provocar  un incremento de malformaciones y efectos adversos en el feto humano.
  • X. Alto riesgo de daño fetal permanente. No utilizar durante el embarazo o ante sospecha del mismo.