miércoles, 20 de abril de 2016

Fisiopatología del transporte sanitario terrestre


El transporte sanitario terrestre conlleva una serie de efectos físicos que influyen negativamente sobre la salud del paciente, sobre los equipos de monitorización, sobre los fármacos y el sobre el material sanitario.


Por ello, todo traslado sanitario debe reunir un mínimo de condiciones que aseguren una correcta asistencia y traslado del paciente, reduciendo al mínimo estos inconvenientes. Los más importantes son:


- FUERZAS DE ACELERACIÓN Y DESACELERACIÓN


El paciente se ve sometido a una serie de fuerzas inerciales que, dependiendo de su intensidad, del sentido de las mismas y del peso del paciente, actúan sobre su organismo produciendo distintos signos y síntomas.


Las aceleraciones provocan hipotensión y taquicardia refleja. En cambio, las desaceleraciones bruscas (frenazos), ocasionan hipertensión arterial, aumento de la presión venosa central, bradicardia e incremento de la presión intracraneal por desplazamiento caudo-cefálico de la sangre. Tener especial cuidado en pacientes con hipertensión intracraneal.


La conducción ha de ser suave y debemos asegurar una correcta fijación del paciente, de los equipos de monitorización y del material sanitario


Las embarazadas, colocarlas en decúbito supino con lateralización izquierda a partir del segundo trimestre para no comprimir la vena cava inferior.

- VIBRACIONES


Se definen como una forma de energía que se transforman en fuerza mecánica, calor o presión.


Las vibraciones que afectan al cuerpo humano son las que se encuentran entre los 3 y los 20 Hz, especialmente las comprendidas entre los 4 y los 12 Hz.


Las que se producen en la ambulancia están entre los 4 y 16 Hz y cuando sobrepasan una determinada amplitud, suelen provocar destrucción de los capilares sanguíneos en pacientes politraumatizados, aumentando el sangrado. También pueden producir una respuesta vegetativa, aumentando la frecuencia respiratoria y cardíaca.


Aislar el paciente de la camilla, utilizando el colchón de vacío siempre que se pueda.

- RUIDOS


El ruido producido por la sirena de la ambulancia oscila entre los 70 y 80 dB. Ello provoca ansiedad y miedo en el paciente, con la consiguiente respuesta fisiológica con taquicardia, taquipnea, hiperventilación, hipertensión y trastornos de la conducta entre otros.


Con el vehículo en marcha es imposible la auscultación y la toma de tensión con fonedoscopio. Utilizar tensiómetros electrónicos y usar la sirena racionalmente.


- TEMPERATURA


El frío produce vasoconstricción periférica, dificultando la canalización de vías venosas, la medida de la saturación, aumenta el consumo de O2 por tiritera y favorece la hipotermia.

Abrigar al paciente convenientemente y calentar los sueros a 39º


El frío también actúa negativamente sobre algunos fármacos IV, haciendo que cristalicen.


Los recién nacidos deben ser trasladados en una incubadora.


El calor excesivo provoca sudoración profusa y vasodilatación periférica, afectando al equilibrio hidroeléctrico y a la volemia en pacientes hemodinámicamente inestables. La perfusión con sueros demasiado calientes también favorece los golpes de calor.


Hacer un uso racional del aire acondicionado.


domingo, 10 de abril de 2016

Principales problemas de salud del prematuro.


Se denomina un parto prematuro o pretérmino el que se produce antes de la semana 37 de embarazo. Los nacidos antes de las 32 semanas de gestación o con un peso inferior a los 1.500 gramos, se consideran grandes prematuros que, debido a su inmadurez, van a tener un mayor riesgo de sufrir problemas de salud. Entre los más frecuentes, se encuentran:
  • Síndrome de dificultad respiratoria neonatal (SDRN). Dificultad del prematuro para mantener expandidos sus pulmones por falta de surfactante pulmonar.
  • Displasia broncopulmonar (DBP). Enfermedad pulmonar crónica producida por el hecho de haber estado sometido a altos niveles de oxígeno durante largos períodos de tiempo. 
  • Apneas. Pausas respiratorias acompañadas de bradicardia que suelen requerir un aporte suplementario de oxígeno y, a veces, ventilación mecánica. 
  • Hemorragias intraventriculares. Acumulación de sangre en los ventrículos cerebrales con riesgo de aumento de la presión intracraneal.
  • Leucomacia periventricular. Necrosis de pequeñas áreas de la sustancia blanca que circunda los ventrículos cerebrales. 
  • Inmadurez hepática con mayor riesgo de ictericia y kernicterus que los bebés nacidos a término. 
  • Enterocolitis necrotizante. Lesiones intestinales que pueden llegar a perforaciones en el tubo digestivo. 
  • Déficits nutricionales. Dificultad para succionar y deglutir la leche debido a su inmadurez neurológica, lo que suele requerir alimentación por sonda nasogástrica o alimentación parenteral.
  • También suelen presentar hipoglucemias frecuentes y déficit de vitaminas y minerales (hierro, calcio y fósforo).
  • Anemia, por lo que es habitual que haya que realizarles transfusiones. 
  • Infecciones por inmadurez de su sistema inmunológico. 
  • Retinopatía del prematuro. Falta de madurez tisular de la retina, especialmente en menores de 30 semanas o 1.200 gramos de peso. 
  • Riesgo de hipotermia debido a su mayor proporción de superficie corporal y poca cantidad de grasa subcutánea. Suele requerir mantenerlos en ambiente con temperatura controlada.

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