Fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (A98.0)
La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo (FHCC) es una enfermedad causada por el Nairovirus (virus de la familia Bunyaviridae), que causa graves brotes de fiebre hemorrágica con una tasa de letalidad que puede llegar al 40%.
La FHCC es endémica en África, Asia, Oriente Medio, Balcanes y en países situados por debajo de los 50º latitud norte.
TRANSMISIÓN
El virus de la FHCC se transmite a las personas por picaduras de garrapatas o por contacto con sangre, fluidos y tejidos de animales infectados. La mayoría de los casos se dan en veterinarios y trabajadores de la industria ganadera.
Entre los huéspedes del virus figuran una gran variedad de animales como vacas, ovejas y cabras. La mayoría de las aves son resistentes a la infección.
También puede haber transmisión entre seres humanos por contacto estrecho con sangre, órganos y secreciones de personas portadoras, por mala esterilización de material médico-quirúrgico y reutilización de agujas.
Los animales se infectan por la picadura de garrapatas, permaneciendo el virus en su sangre durante 7-10 días desde la picadura y perpetuándose el ciclo garrapata-animal-garrapata. El vector principal es la especie Hyalomma, aunque hay otras especies de garrapata que pueden ser vectores competentes.
Los análisis de las muestras infectadas suponen un riesgo biológico extremo y deben llevarse a cabo en condiciones de máxima contención biológica.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
La duración del periodo de incubación depende del modo de contagio. Si es por picadura de garrapata, la fase de incubación es de 1-3 días. Si es por contacto con sangre o tejidos, el período es de 5-6 días.
Los síntomas debutan súbitamente con labilidad emocional, fiebre, debilidad, mareo, cefalea, mialgia, rigidez cervical, irritación ocular, fotofobia, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, confusión y somnolencia. Posteriormente, puede haber hepatomegalia, adenopatía y erupción petequial en piel y mucosas.
Pacientes graves pueden sufrir insuficiencia renal, hepática y respiratoria.
TRATAMIENTO
Principalmente, tratamiento sintomático, aunque el uso de ribavirina VO o VI, ha demostrado cierta eficacia.
PREVENCIÓN Y CONTROL
No existe ninguna vacuna para personas ni animales, por lo que la forma de reducir la infección es la educación de la población sobre sus factores de riesgo y las medidas a adoptar para reducir la exposición.
Las recomendaciones de la OMS para controlar el contagio son las mismas que las ya formuladas para el ébola.
Fuente principal: OMS
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