Estadificación de las lesiones cancerosas. El sistema TNM.
Es uno de los sistemas más utilizados para describir y estadificar un tumor sólido; y se basa en la asignación de un número a cada una de las letras T, N y M para indicar la medida, extensión y metástasis del tumor.
T. INDICA LA MEDIDA DEL TUMOR PRINCIPAL O PRIMARIO:
- Tx. Tumor primario que no se puede evaluar.
- T0. No hay evidencia de tumor primario.
- T1, T2, T3, T4. Indica la medida del tumor y difiere para cada tipo de cáncer.
N. INFORMA SI EXISTE AFECTACIÓN GANGLIONAR:
- Nx. Imposibilidad de evaluar si existe afectación de ganglios regionales.
- N0. No hay afectación ganglionar.
- N1, N2, N3. Cuantifica el grado de afectación de los ganglios.
M. INDICA LA METÁSTASIS O DISEMINACIÓN:
- Mx. No se puede evaluar la existencia de metástasis.
- M0. Sin evidencia de metástasis.
- M1. Existe afectación de otros órganos y/o tejidos.
Por ejemplo, un cáncer T2N0M0 es un tumor localizado que no se ha diseminado a los ganglios linfáticos próximos ni a otras partes del cuerpo. En cambio, un cáncer T3N2M1 es un tumor grande diseminado a ganglios linfáticos y a otros órganos y/o tejidos.
Epilepsia y crisis convulsiva.
La epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por crisis convulsivas recurrentes. Por tanto, no incluye las convulsiones aisladas ni las producidas por alteraciones transitorias del SNC.
Las crisis convulsivas suelen ser consecuencia de una hiperreactividad súbita de las neuronas corticales como respuesta a una agresión al SNC, como TCE, fiebre, desequilibrios metabólicos, intoxicaciones, síndrome de abstinencia o lesiones ocupantes de espacio. Son autolimitadas y suelen tener una duración inferior a dos minutos. Sus manifestaciones clínicas son variables y dependen del área cortical involucrada.
Las crisis suelen estar precedidas por un período de aura caracterizado por déficits neurológicos, alteraciones sensitivas e hipotonía; y suelen acabar con el llamado período postictal o postcrítico, con mareos, confusión, hipertensión, cefalea y amnesia.
La prevalencia de la enfermedad epiléptica es similar en todos los países desarrollados y está en torno al 0´5 % de la población, aunque se cree que puede estar infradiagnosticada.
CLASIFICACIÓN
1. Crisis parcial: afectan a una única área cerebral. Se subdividen en:
- 1.1. Crisis parcial simple: sin alteración de la conciencia. A su vez, se subdividen en motoras, sensitivas, autonómicas y psíquicas.
- 1.2. Crisis parcial compleja: conlleva alteración del nivel de consciencia.
2. Crisis generalizada: afectan a ambos hemisferios cerebrales. Subtipos:
- 2.1. Ausencias (petit mal): desconexión del individuo con el medio que le rodea y con escasa sintomatología motora. Suele durar varios segundos y son de comienzo y finalización súbitos. El paciente no suele caer al suelo.
- 2.2. Mioclonías (gran mal). Sacudidas musculares bilaterales y simétricas de corto recorrido y duración breve.
- 2.3. Crisis tónica: contracción muscular generalizada que da lugar a una posición característica del paciente (opistótonos).
- 2.4. Atónicas o astáticas. Hipotonía bilateral y repentina sin contracciones musculares ni sacudidas.
Invaginación intestinal (K56.1)
Es el deslizamiento de un segmento de intestino dentro de otro, produciendo una obstrucción intestinal grave si no se resuelve en poco tiempo.
Aunque puede darse en adultos, la invaginación es la principal causa de obstrucción intestinal en lactantes, sobre todo entre los 5 y 10 meses de edad. Es rara a partir de los 2 años.
Entre sus causas pueden estar las infecciones víricas intestinales, pólipos, divertículos y malformaciones intestinales.
SÍNTOMAS
- Dolor abdominal cólico intermitente con llanto inconsolable.
- Piernas encogidas.
- Decaimiento entre las crisis.
- Palidez.
- Vómitos.
- Masa dura a la palpación en la zona invaginada.
- Sangre en las heces (no siempre).
- Taquipnea y taquicardia en los casos graves.
Ante su sospecha, es necesario hacer pruebas de imagen. En la radiografía abdominal pueden verse signos de obstrucción intestinal, aunque puede pasar inadverida en invaginaciones recientes. En la ecografía, suele apreciarse una imagen circular típica.
TRATAMIENTO
Algunas invaginaciones se resuelven por sí mismas y la mayoría de ellas se tratan mediante un enema de aire o líquido a presión controlada mediante ecografía. La presión empuja hacia fuera el trozo de intestino invaginado.
Existe un pequeño riesgo de que el intestino se perfore durante el procedimiento, lo que precisaría cirugía urgente.
En las invaginaciones resueltas mediante enema, existe un 10% de riesgo de recaída.
Cuando la invaginación lleva tiempo de evolución, el estado general del niño es malo o no es posible hacer un enema, hay que recurrir a la cirugía.