martes, 4 de abril de 2017

Invaginación intestinal (K56.1)


Es el deslizamiento de un segmento de intestino dentro de otro, produciendo una obstrucción intestinal grave si no se resuelve en poco tiempo.

Aunque puede darse en adultos, la invaginación es la principal causa de obstrucción intestinal en lactantes, sobre todo entre los 5 y 10 meses de edad. Es rara a partir de los 2 años.

Entre sus causas pueden estar las infecciones víricas intestinales, pólipos, divertículos y malformaciones intestinales.

SÍNTOMAS

  • Dolor abdominal cólico intermitente con llanto inconsolable.
  • Piernas encogidas.
  • Decaimiento entre las crisis.
  • Palidez.
  • Vómitos.
  • Masa dura a la palpación en la zona invaginada.
  • Sangre en las heces (no siempre).
  • Taquipnea y taquicardia en los casos graves.

Ante su sospecha, es necesario hacer pruebas de imagen. En la radiografía abdominal pueden verse signos de obstrucción intestinal, aunque puede pasar inadverida en invaginaciones recientes. En la ecografía, suele apreciarse una imagen circular típica.

TRATAMIENTO

Algunas invaginaciones se resuelven por sí mismas y la mayoría de ellas se tratan mediante un enema de aire o líquido a presión controlada mediante ecografía. La presión empuja hacia fuera el trozo de intestino invaginado.

Existe un pequeño riesgo de que el intestino se perfore durante el procedimiento, lo que precisaría cirugía urgente.

En las invaginaciones resueltas mediante enema, existe un 10% de riesgo de recaída.

Cuando la invaginación lleva tiempo de evolución, el estado general del niño es malo o no es posible hacer un enema, hay que recurrir a la cirugía.


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