Tinción de Gram
Diseñada por el científico danés Christian Gram, es una técnica microbiológica que permite clasificar distintos tipos de bacterias, según el color que adquiera su superficie tras someterlas a una tinción (t. de Gram).
La técnica se basa en la aplicación de un colorante de color morado a una muestra bacteriana de cualquier origen (sangre, orina, esputo, pus o tejido). Una vez impregnada la pared de las bacterias, se les realiza un lavado. Si el color morado permanece, se trataría de bacterias Gram positivas; en cambio, si las bacterias adquieren un color rosado, serían Gram negativas.
Cada uno de estos grupos responde de forma diferente a cada tipo de antibióticos, por lo que es una técnica útil para seleccionar el antimicrobiano inicial ante una infección.
La tinción de Gram también tiene limitaciones, ya que no puede identificar el tipo exacto de bacteria causante de la infección, para lo que sería necesario un antibiograma para determinar el antibiótico más efectivo.
Otro de sus aspectos negativos es que es inefectiva con virus y en bacterias sin pared, como es el caso de las Chlamidias.
El síndrome compartimental (T92.A)
Las fascias son capas de tejido que separan los grupos musculares en los miembros. El interior de cada fascia es un espacio confinado llamado compartimento que contiene músculos, vasos y nervios.
La fascia no se expande, con lo que la inflamación en un compartimento ocasionará un aumento de la presión en esa área. Esta presión impide el retorno venoso y oprime las estructuras que se encuentran en su interior, comprometiendo el riego sanguíneo.
Si la presión se prolonga, se puede producir necrosis en el tejido muscular y nervioso. El SC puede ser:
- Extracompartimental. Provocado por yesos o vendajes excesivamente apretados, férulas neumáticas o aplastamiento,...
- Intracompartimental. Traumatismos con gran transferencia de energía, fracturas de huesos largos, roturas vasculares, quemaduras,…
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Regla clásica de las 5 P´s:
- Dolor (pain) intenso. Síntoma precoz que no cede con la analgesia.
- Parestesia. También signo precoz.
- Palidez acompañada de frío en la extremidad. Da paso a la cianosis moteada.
- Ausencia de pulsos. Localiza el punto de oclusión arterial.
- Paresia. Signo tardío y de peor pronóstico. Indica isquemia prolongada y suele ser irreversible.
- Otros signos: edema, piel tensa y brillante, aumento del dolor al movilizar el miembro, leucocitosis,...
TRATAMIENTO
Prevención. No obstante, una vez instaurado, el método más utilizado es la fasciotomía, que consiste en una descompresión quirúrgica del compartimento mediante incisiones longitudinales en las fascias. Las heridas se dejan abiertas hasta que los síntomas hayan cedido.
El melanoma (C43.9). Signos de alarma.
El melanoma es un tipo de cáncer de piel causado por mutaciones en los melanocitos (las células que producen el pigmento de la melanina).
Su principal factor de riesgo es la exposición a los rayos ultravioletas (procedentes del sol, las lámparas solares y las cámaras bronceadoras) y suele debutar como un lunar nuevo o como uno ya existente que cambia de aspecto.
Actualmente, es el cáncer de piel más peligroso debido a su facilidad para crear metástasis a otros órganos y tejidos (s.t. óseas), por lo que debemos acudir al médico si se aprecian algunos de los signos descritos a continuación. Tener en cuenta que algunos melanomas no siguen estrictamente las siguientes reglas por lo que, a veces, es difícil distinguirlos de un lunar ordinario. Ante cualquier duda, consultar al médico.
LA REGLA A-B-C-D-E PARA LA DETECCIÓN DEL MELANOMA
Es un método simple para identificar los signos precoces habituales del melanoma:
- A. Asimetría: la mitad del lunar no es idéntico a la otra mitad.
- B. Bordes: los bordes son irregulares, desiguales, dentados o poco definidos. También suelen estar elevados sobre el plano de la piel.
- C. Color: el color no es uniforme. A menudo, pueden incluir sombras de color marrón, negras, rosadas, rojas, azules o blancas con aspecto metálico.
- D. Diámetro: el lunar mide más de 6 milímetros de diámetro aunque, a veces, pueden ser más pequeños.
- E. Evolución: se aprecian cambios en su tamaño, forma o color.
- Otros signos a tener en cuenta:
- El lunar es de nueva aparición.
- Tiene un aspecto diferente al resto.
- El pigmento del lunar o mancha invade la piel circundante.
- Enrojecimiento o inflamación fuera del borde.
- Picor, dolor o aumento de la sensibilidad en la zona del lunar.
- Cambios en su superficie: descamación, exudación, sangrado, protuberancia o nódulo.
- Pequeña ulceración que no cicatriza.
Lesiones por onda expansiva o blast injury (Y36.9).
Las lesiones por explosión, suelen clasificarse en:
1. LESIONES PRIMARIAS
Son las lesiones directamente provocadas por la presión brusca que ejerce la onda expansiva sobre los gases contenidos dentro de los órganos huecos: pulmones, intestinos y tímpanos.
En el sistema respiratorio, la onda expansiva suele causar contusión, edema pulmonar, neumotórax y hemotórax. A nivel abdominal, puede provocar perforaciones gastro-intestinales y traumatismos viscerales en órganos macizos (s.t. hígado). También pueden verse afectados el sistema cardiovascular, el sistema nervioso central y los ojos.
2. L. SECUNDARIAS
Contusiones o heridas penetrantes por objetos y esquirlas proyectados por la explosión. Suelen ser abundantes y de distinta gravedad. Consisten en amputaciones (totales o parciales), laceraciones, evisceraciones, fracturas y heridas inciso-contusas.
3. HERIDAS TERCIARIAS
Causadas por la proyección de la persona contra el suelo, la pared o un objeto duro. El traumatismo unido a la aceleración y desaceleración bruscas que sufre el cuerpo, incrementa el riesgo de lesiones severas por colapso de estructuras.
Entre las lesiones terciarias se encuentran: traumatismos craneoencefálicos, hemorragias abdominales, contusiones y fracturas.
4. LESIONES CUATERNARIAS
Exacerbaciones o complicaciones diferidas de las lesiones de alguna de las categorías anteriores: asfixia, quemaduras de vías aéreas, exposición a tóxicos, radiaciones, hemorragias ocultas, daños neurológicos, infecciones, complicaciones del embarazo, …
Dentro de esta categoría se encuentran los efectos psicológicos, que son las lesiones cuaternarias más comunes entre supervivientes, testigos, equipos de emergencia y población en general.
La proteína C reactiva (PCR).
Es una proteína hepática que aumenta considerablemente sus niveles séricos durante los procesos inflamatorios. Se eleva en las primeras 6 horas de la fase aguda y tiene su pico a las 48 horas, llegando a elevarse hasta 50.000 veces, de ahí que se considere un indicador de fase aguda.
La PCR es de gran utilidad en la detección y evaluación del tratamiento en numerosas enfermedades reumáticas e inflamatorias de origen infeccioso. También es útil en la detección de infecciones postquirúrgicas, ya que si bien la PCR aumenta con la cirugía, la evolución normal en ausencia de infección conlleva su normalización en 5-7 días. La isquemia con necrosis tisular también aumenta sensiblemente la PCR, de ahí su utilidad en la predicción del IAM (en el ángor no se incrementa).
En resumen, la PCR se eleva en:
- Enfermedades inflamatorias: artritis reumatoide, fiebre reumática, espondilitis anquilosante, enfermedades inflamatorias vasculares, polimialgia reumática.
- Infecciones bacterianas. En infecciones víricas, las elevaciones son más moderadas.
- Enfermedades inflamatorias digestivas: Crohn, colitis ulcerosa y diverticulitis.
- Necrosis tisular por isquemia o infarto. El IAM eleva la PCR a las pocas horas y tiende a normalizarse a los 7 días.
- Tumores de pulmón, mama y colorrectal. Después de un tratamiento con éxito, la normalización de la PCR es un buen indicador de mejoría.
- Rechazos en trasplantes de órganos o médula ósea.
- Traumatismos, fracturas y quemaduras.
VALORES
- El valor normal de la PCR es < 0.1 mg/dL.
- Una PCR entre 0.1 - 1.0 mg/dL son valores moderadamente elevados y están asociados a procesos inflamatorios locales o a una infección crónica.
- Un valor > 1.0 mg/dL se considera muy elevado y corresponde a inflamaciones con relevancia clínica, normalmente asociadas a infecciones bacterianas agudas.
PCR y VSG
A menudo, el aumento de la PCR aumenta paralelamente a la VSG (velocidad de sedimentación glomerular), pero el incremento de la PCR suele preceder al de la VSG y desciende antes que ésta al desaparecer la causa. Al contrario que la VSG, La PCR no está condicionada por anomalías del hematocrito (anemia, policitemia, volumen glomerular, micro o macrocitosis,…), ni tampoco por la insuficiencia cardíaca.
PCR-as O DE ALTA SENSIBILIDAD
La aplicación de esta técnica se basa en la detección de cardiopatías coronarias en personas aparentemente sanas.