lunes, 14 de mayo de 2018

Toxoplasmosis congénita (P37.1)


La toxoplasmosis es una enfermedad causada por el Toxoplasma Gondii. La toxoplasmosis congénita es la contraída por el recién nacido por contagio vertical durante el embarazo.

La TC se debe al consumo de carne inadecuadamente cocinada o por ingestión de agua o alimentos contaminados con excrementos de gato.

El 40% de las embarazadas infectadas, contagia al feto. Aunque la tasa de transmisión al feto es más alta en las mujeres que contraen la enfermedad en etapas gestacionales tardías, los fetos infectados en los primeros meses de gestación, suelen presentar síntomas más graves.

El parásito Toxoplasma Gondii se distrubuye por todo el mundo, aunque con una prevalencia muy variable según la zona geográfica.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO

En las embarazadas suele cursar de forma asintomática, aunque algunas pueden presentar un cuadro leve similar a la mononucleosis con adenopatías regionales. En raras ocasiones, coriorretinitis.

Los recién nacidos infectados pueden nacer asintomáticos o presentar una evolución muy rápida con muerte temprana. Las secuelas neurológicas y oftalmológicas pueden retrasarse años. Los síntomas suelen consistir en:

  • Retraso del crecimiento intrauterino
  • Nacimiento prematuro
  • Ictericia
  • Hepatoesplenomegalia
  • Miocarditis
  • Neumonitis
  • Exantemas

El compromiso neurológico, a menudo grave, incluye coriorretinitis, hidrocefalia y calcificaciones intracraneales (triada clásica). También microcefalia y convulsiones.

Pruebas de apoyo al diagnóstico:
  • Para la madre, determinación seriada de IgG
  • Feto: determinación de la PCR en líquido amniótico, análisis del LCR Y estudios de imagen del encéfalo.
  • En el RN, pruebas serológicas y de PCR en fluidos y tejidos orgánicos, evaluación oftalmológica y una RM o TC del cerebro.

El tratamiento suele consistir en pirimetamina, sulfadiazina y leucovorina. En ocasiones, espiramicina.

PREVENCIÓN
  1. Las embarazadas deben evitar el contacto con zonas contaminadas por heces de gato.
  2. Los ovoquistes requieren más de 24 horas para convertirse en infecciosos, por lo que el reemplazo diario de la arena del gato, usando guantes y lavándose las manos poteriormente, reduce el riesgo de infección.
  3. Cocinar la carne completamente.
  4. Pelar o lavar minuciosamente las frutas y las verduras.
  5. Lavarse las manos después de tocar cualquier alimento crudo.
  6. Las mujeres con riesgo de infección, serán evaluadas durante todo el embarazo.
  7. Las embarazadas infectadas, deben asesorarse sobre los tratamientos disponibles.

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