Crioterapia cutánea
Es un tratamiento mínimamente invasivo para eliminar determinadas lesiones cutáneas superficiales mediante crionización.
Consiste en la aplicación de nitrógeno líquido (a -196ºC) mediante un sistema de spray pulverizado (fig.) o un hisopo impregnado que, administrado sobre la lesión, provoca la congelación y destrucción de las células afectadas sin perjudicar el tejido sano que la circunda.
APLICACIONES
La crioterapia se puede emplear para:
- Extirpar verrugas (sobre todo).
- Destruir lesiones cutáneas precancerosas (queratosis actínicas o solares).
- Tratar algunos cánceres cutáneos. Poco frecuente, ya que la piel tratada se destruye haciendo imposible una biopsia de la lesión
POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS
- Dolor local
- Formación de ampollas
- Infección
- Úlceras
- Cicatrices, especialmente si la congelación fue prolongada o resultaron afectadas capas profundas de la piel.
- Hiperpigmentación de la zona tratada
CONSIDERACIONES
- Después de la sesión, se suele formar una costra que debe desprenderse antes de tres semanas.
- A menudo, la zona tratada presentará un eritema después del procedimiento y puede formarse una pequeña flictena al cabo de unas horas.
- El paciente puede sentir dolor durante los primeros días.
- La zona debe lavarse con suero fisiológico dos veces/día y aplicar un antiséptico. Solo se usará un apósito si la zona tratada roza contra la ropa.
- La mayoría de las veces, se necesitará más de una sesión.
- El paciente, debe consultar con su médico si aparecen signos de infección (como enrojecimiento o pus) o la lesión no desaparece tras dos semanas del tratamiento.
- La crioterapia no erradica el virus, por lo que las recidivas suelen ser frecuentes